Masters 1.000
Nadal y los motivos para el optimismo en Roma, con la vista puesta en Roland Garros
El balear jugará su tercer torneo consecutivo, algo que no sucedía desde mayo de 2022
Rafa Nadal ya está preparado para su estreno en el Masters 1.000 de Roma. Lo hará mañana jueves 9 de mayo contra el belga de 24 años y 108 del mundo Zizou Bergs y antes de su estreno se mostró optimista respecto a su estado físico, que tantos quebraderos de cabeza le ha dado, especialmente en los últimos tiempos. "Estuve varios días en casa descansando después de Madrid, vine a Roma y pude entrenarme. Emocionado de jugar aquí, donde guardo momentos inolvidables. Es mi tercer torneo seguido y eso son buenas noticias. Tengo que seguir viendo día a día, pero estoy contento por cómo me siento", declaró en rueda de prensa en el Foro Itálico, donde se le ha visto teniendo entrenamientos de calidad, por ejemplo, con el argentino Francisco Cerundolo.
Nadal volvió a jugar en enero en Brisbane después de casi un año parado por la lesión en el psoas ilíaco que se hizo en Australia 2023. Se volvió a hacer daño y regresó a las pistas en el Conde de Godó. Allí pasó una ronda y perdió con De Miñaur; al que ganó en la siguiente cita, el Mutua Madrid Open. En la capital de España, donde vivió una despedida de ensueño, pudo jugar cuatro encuentros y su cuerpo soportó la carga de trabajo. Desde 2022 no ha podido hacer algo parecido, cuando encadenó Roland Garros (y lo ganó medio cojo, con el pie izquierdo anestesiado), y antes había podido jugar en Roma (eso sí, se retiró por lesión por esas dolencias en el pie izquierdo por su lesión crónica) y Madrid (cuartos de final). Después, participó en Wimbledon, paró hasta Cincinnati, que unió al US Open; y paró de nuevo hasta París-Bercy y las ATP Finals. En el arranque de 2023 llegó la desgracia.
Está disfrutando
“Es un buen momento pese a que los resultados no acompañen. Estoy disfrutando jugando, por cierto. Soy feliz haciendo lo que hago. Cuando hablo de retirada, no es porque ya no sea feliz jugando o no me sienta lo suficientemente competitivo. Se trata de que el cuerpo no era capaz de jugar semanas seguidas, no era capaz de permitirme entrenar y disfrutar de los entrenamientos en el día a día. Mi evolución no es todos los días igual. Incluso después de Barcelona, tuve algunos momentos difíciles en Madrid. Incluso aquí el primer día, pero en una perspectiva general, la línea es ascendente, sin duda. Así que sí, contento de estar hoy donde estoy porque hace un mes para mí era casi imposible pensar que podría jugar en Barcelona, luego en Madrid, y ahora estar aquí en Roma", admitió.
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