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Sánchez Vicario, caso abierto

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Según ha podido saber LA RAZÓN, ambas partes habrían firmado hace tres días un acuerdo que podría quedar anulado al reabrirse la causa

La pelota ha vuelto a cambiar de campo en la querella que la tenista Arantxa Sánchez Vicario presentó contra su familia el 13 de noviembre de 2012. Ayer, la Audiencia de Barcelona ordenó reabrir el caso de Arantxa contra su padre, su hermano Emilio, el abogado Bonaventura Castellanos y el economista Francisco de Paula Oro, en el que se les acusa de haberse apropiado de 16 millones de euros de su fortuna. Según el auto del tribunal, existen problemas de forma que no se contemplaron en la primera causa.

En la ya famosa querella, la tenista explica que ejerció como tenista profesional desde los 14 años hasta los Juegos Olímpicos de Atenas en 2004, y durante todo ese tiempo su padre, Emilio, y el abogado Castellanos asumieron todas las decisiones realativas a la administración del dinero de Arantxa, con los poderes notariales otorgados por ella. La vuelta de la causa supone que los magistrados revocan el sobreseimiento que dictó la titular del juzgado de instrucción número 28 de Barcelona y por el que ordenó la toma de declaraciones como imputados al padre, al hermano, al abogado y al economista por delitos de apropiación indebida, administración desleal, delito societario y falsificación documental.

Acuerdo roto

Pero el drama tiene más datos. Según ha podido saber LA RAZÓN por fuentes cercanas a la familia, el padre, con alzhéimer, «está fatal, casi no reconoce a los amigos». Además, « la madre está destrozada, todo esto le ha causado un desequilibrio tiroideo». Hace tres días, según esta fuente, las dos partes habían firmado un pacto, después de trabajar en él más de dos semanas. «Los hermanos no querían ver sufrir a sus padres y quedaron en devolverle a Arantxa el piso de S'Agaró, quitarle el usufructo, y comprar los tres hermanos, Javier, Emilio y Marisa, el de Barcelona, donde viven Emilio y Marisa, para que no tuvieran que moverse y poder estar tranquilos», asegura esta amiga. Pero como bien explica: «El problema está en que el tribunal ha fallado en su contra». Así, aunque la tenista podría retirar la querella, la Justicia puede que quiera seguir con el proceso, ya que la Audiencia de Barcelona reprocha a la juez de instrucción que archivara el asunto al considerar que no había «indicios de criminalidad» y que la competencia de la investigación correspondía a tribunales con jurisdicción en Andorra, Luxemburgo y Suiza. También criticó que se aceptara una alegación de Castellanos con prueba documental adjunta para probar su inocencia, sin posibilidad de que Sánchez Vicario pudiera replicar.