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Toni Nadal: «Decir que Rafael es un pasabolas es no entender este deporte»

El tío Toni analiza, antes del comienzo de Wimbledon, la adaptación de su ex pupilo a la hierba, una superficie sobre la que «siempre le ha gustado jugar»

Toni Nadal / Reuters
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El tío Toni analiza, antes del comienzo de Wimbledon, la adaptación de su ex pupilo a la hierba, una superficie sobre la que «siempre le ha gustado jugar».

Para Toni Nadal (Manacor, 57 años) su sobrino es Rafael, nada de Rafa. Desde niño y hasta el año pasado fue su entrenador. Ahora se encarga de dirigir la Academia que lleva el nombre del tenista zurdo. En esta entrevista explica, antes de Wimbledon, la «evolución natural» del número uno del mundo para adaptarse a la hierba, y muchas cosas más.

–¿Cómo aprendió Nadal a jugar en hierba?

–De una manera natural: jugando. Uno cuando entiende el concepto del juego sabe que tiene que ir adaptando su manera de jugar a la hierba. Creo que en hierba Rafael se desenvuelve bastante bien. Jugó cinco finales seguidas, porque un año no participó, lo único que cuando empezó a tener problemas con la rodilla tuvo un comportamiento desigual. Ahora bien, el año pasado creía que ya estaba preparado para llegar hasta el final o para luchar por el título...

–Pero perdió en un partido muy ajustado con Müller...

–Sí, bueno.

–Hablaba de su sobrino y la hierba...

–Lo primero siempre es el concepto, y cuando lo entiendes, evidentemente, necesitas una adaptación, porque estás acostumbrado a restar de una determinada manera, a jugar con más altura, y en hierba lo tienes que hacer diferente, pero... El primer año que Rafael jugó allí, que fue de júnior, cuando él era cadete, ya fue bastante bien, hizo semifinales. Después, el primer año que compitió, con 17 años, hizo tercera ronda. Al siguiente perdió en segunda con Müller y en 2006 hizo final y se adaptó bien.

–¿De niño jugó en hierba?

–No, a ver, nosotros los españoles tenemos la dificultad de que nos hemos acostumbrado a la tierra, y es diferente. Hay más diferencia de la tierra a la hierba que de la pista dura a la hierba, porque lo que es bueno para la pista dura suele ser bueno para la hierba. Pero Rafael tiene varias buenas condiciones para jugar en hierba: una es la movilidad; después, él flexionaba mucho antes; y el saque, que en pista rápida no era suficientemente bueno, en hierba más o menos iba bien.

–Las primeras veces, ¿se quejó de que no le gustara?

–No, no, no. A él le gustaba jugar en hierba desde siempre.

–¿Jugar en hierba es tenis o es como si fuera otro deporte?

–Es tenis, lo que pasa es que tanto conceptualmente como por movimientos como por golpes es diferente, pero al final el que gana en París tiene opciones de ganar en Wimbledon. Y el que gana en el US Open, también...

–Pero al revés... Por ejemplo, Sampras nunca jugó una final en Roland Garros.

–Antes la gente era más especialista, pero mira: Djokovic ha ganado Roland Garros y en hierba; Federer también; Murray ha ganado en hierba y ha hecho final en París. Al final, hay diferencia, pero el que juega muy bien en una superficie se puede adaptar a la otra.

–¿Cambia mucho Nadal al jugar en Wimbledon?

–Cambia un poco la empuñadura a la hora de sacar... Pero el cambio principal no es la hierba, es que las pelotas son bastante más pesadas, y al ser más pesadas, el impacto es diferente y el acompañamiento de la pelota es diferente.

–¿Qué siente al verle seguir ganando?

–Una gran satisfacción. Yo creo que su responsabilidad es mantener el compromiso con lo que hace durante todos estos años, y es un gran jugador. Cuando uno está comprometido, mantiene mucho tiempo el nivel. Y lo que he visto este año es que sigue siendo muy bueno.

–Y decían que por el físico podía durar poco...

–A mí cuando diferente gente me iba diciendo eso, yo siempre les contestaba: «Espero que se equivoquen, ya veremos». Y la realidad es que se han equivocado. Rafael, con este año que seguro que queda entre los mejores, llevará 14. 14 años habiendo tenido lesiones, a veces habiendo jugado medio año, pero siempre ha estado ahí. Y yo creo que todavía puede durar más.

–Aparte de la capacidad tenística, la cabeza es básica...

–Sí, pero lo primero es la capacidad tenística. Ya puedes tener mucha cabeza, pero si la pelota no va, no va. Es como si tú eres un gran conductor y tienes un 600: tranquilo, no vas a ganar.

–Pero, por ejemplo, ahora en el caso de Djokovic sí se ve que es un tema mental...

–Bueno, pero es un tema mental puntualmente, lo mismo que lo ha sido para Rafael o lo ha sido para Federer. Uno cuando está ahí tantos años es normal que tenga altibajos. Pero la realidad es que a Djokovic lo vi jugar el otro día en Queen’s, hizo final y tuvo «match ball» contra Cilic, lo que quiere decir que cada día está más recuperado; y en París jugó intermitente y al final perdió un partido extraño, pero creo que estamos cerca de volver a ver al mejor Djokovic.

–¿Le sorprende ver ganar a Federer con 36 años?

–No. Es otro caso como Rafael o estos jugadores. Federer es un tipo al que le gusta mucho lo que hace, está comprometido con su deporte, intenta salir a la pista a dar lo mejor que tiene, y eso unido a su calidad le hace muy peligroso. Federer parte de un golpe muy bueno que es el saque y a partir de ahí sabe que es muy difícil que le hagan «break», y no tiene por qué correr mucho.

–De Nadal también hay quien dice que es un pasabolas. Y él responde que le hace gracia más que molestarle...

–La gente es libre de comentar lo que quiera. Lo que pasa es que decir que Rafael es un pasabolas es no entender el deporte ni saber nada. Un pasabolas es aquel que cuando ha golpeado la pelota diez o quince veces está en el mismo sitio. Aparte, el que lo hace, pues está en su derecho, cada cual busca su estrategia, pero es que Rafael tiene un concepto de ir a ganar el punto; otra cosa es que lo gane con cuatro, cinco o seis golpes, pero no tiene un concepto de estar ahí a devolver. Si fuera sólo a devolver la pelota no sería tan bueno.

–Y los últimos años busca ser un poquito más agresivo.

–Sí, pero si miras los vídeos, ayer yo veía el partido suyo de 2006, y Rafael tenía muy buenos golpes de fondo, era agresivo, tenía el revés muy fuerte, el «drive» no sé si lo tenía mejor que ahora... Ha sido así toda la vida, lo que no puede hacer es ser agresivo desde el primer golpe porque él no tiene un gran saque. Si él hubiera tenido un gran saque y se le presenta la ocasión de un golpeo más fácil... Parte de un saque no tan bueno y tiene que preparar más el punto.

–¿Ve partidos antiguos?

–De vez en cuando, ayer lo ponían en la tele y me enganché. Tenía curiosidad por ver cómo lo hacía Rafael, y me sorprendió lo bien que jugaba.

–¿Los de ahora los ve?

–Siempre que puedo. Me encanta el tenis y ver a mi sobrino.

–¿Y él le pide algún consejo, o en cuestiones técnicas usted ya no se mete?

–Cada vez menos, porque no toca, él tiene sus entrenadores y saben mucho mejor que yo lo que tiene que hacer Rafael.