Economía

Los retos de Luis Gallego

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Luis Gallego, consejero delegado de IAG
Luis Gallego, consejero delegado de IAGJavier LizonEFE

Luis Gallego sabe bien lo que es remar contracorriente. Llegó a la Presidencia de Iberia en un momento más que complicado, con casi 500 millones de pérdidas, una plantilla excesiva, la imagen por los suelos tras la eliminación de rutas en América y un conflicto laboral del que supo salir airoso gracias a su talante.

Probablemente sea el talante una de las cualidades que mejor define al nuevo presidente de IAG, forjado en Air Nostrum, Click Air y Vueling, que aterrizó en Iberia en un momento dramático para la línea aérea, y supo transmitir a su plantilla los valores del sacrificio y el esfuerzo para lograr que la empresa repuntara, volviera a los beneficios durante cinco años consecutivos (246 millones en 2018 ), recuperara su imagen en España y América, y se forjara la fama de ser la aerolínea más puntual del mundo.

Todo ello sin afán de protagonismo, con la modestia por bandera, huyendo de los excesos, trabajando siempre en la sombra pero con tenacidad y unos objetivos bien definidos. El último, comprar Air Europa evitando que la compañía de Pepe Hidalgo cayese en manos de Air France.

Fruto de esta exitosa gestión es su nombramiento como CEO de IAG, donde va a tener que hacer frente a dos retos principales: por un lado, demostrar que se trata de un grupo más europeo que británico, y digerir la absorción de la línea de Globalia sin traumatismos, por otro.

Conociendo sus cualidades, no cabe duda de que Luis Gallego saldrá airoso de su nueva encrucijada.