Empleo
El cambio de época de la Universidad
Sin duda alguna, lo que estamos viviendo nos recuerda al cataclismo en la era de los saurios y, casi espontáneamente, las instituciones educativas han tenido que adaptarse
Súbitamente, las instituciones educativas han tenido que adaptar su actividad docente y utilizar herramientas tecnológicas para poder mantener su actividad y seguir prestando un servicio tan relevante como la formación de niños, jóvenes y mayores, manteniendo así, también, cierta rutina de horarios, actividades y tareas que, psicológicamente, mitiga los largos días de confinamiento y permite mantener una actividad económico-social de primer orden.
La suspensión de las clases presenciales y la posterior entrada en vigor del Estado de Alerta, obligaron a que, en pocas horas, muchas universidades, como las tres que integran la Fundación Universitaria San Pablo CEU en Madrid (CEU San Pablo), en Valencia (CEU Cardenal Herrera) y en Barcelona (Abat Oliba CEU) pasasen de ser universidades presenciales a universidades a distancia, sin interrupción de la docencia a sus más de 24.000 estudiantes de Grado y Postgrado.
La anticipación a la situación mediante la formación del profesorado, especialmente en las semanas previas al confinamiento, así como la inversión en recursos tecnológicos y la apuesta por la transformación digital en los últimos años y la velocidad de respuesta de los equipos de gobierno y de los departamentos técnicos ha sido crucial, según indica Rosa Visiedo, Rectora de la CEU San Pablo y Directora de Universidades CEU.
Iñaki Bilbao, vicerrector de Internacionalización y Transformación Digital considera que el gran paso que se ha dado ha sido posible «gracias a los embajadores digitales, un grupo de profesores y personal de administración y servicios previamente formados en nuevas tecnologías que han ayudado al resto de compañeros, lo que nos han permitido escalar la docencia en remoto y dar soporte a todos nuestros docentes». Para lograr una mayor eficacia en el trabajo de los docentes, el CEU ha creado el «Aula Abierta», un espacio en el que los profesores de las tres universidades CEU pueden resolver dudas «gracias a los conocimientos y experiencia que aportan los cerca de 50 embajadores digitales que están trabajando incansablemente, aportando un valor incalculable al proceso de adaptación online», según indica Juan Manuel Corpa, que lidera desde Valencia estas actividades formativas colaborativas.
Para Ricardo Palomo, Delegado de la Rectora para la Transformación Digital de la Universidad CEU San Pablo, «es muy posible que si los hechos actuales hubiesen ocurrido sólo diez o quince años atrás, la docencia se hubiera tenido que interrumpir casi por completo, pues la formación a distancia estaba poco desarrollada y no se disponía de los medios actuales». Para este profesor, «el año 2020 puede marcar un cambio de época en el modelo docente universitario, con una posible evolución más generalizada hacia sistemas híbridos entre las clases presenciales y las clases a distancia».
De hecho, las semanas de confinamiento están suponiendo un incremento exponencial de las cifras del tráfico de datos y de las redes de telefonía (un 60% y un 40% más que en el mes de marzo del año pasado), lo cual muestra el papel clave de las telecomunicaciones en esta crisis.
Servicios de «cloud»
Actualmente, las universidades están impartiendo formación a distancia gracias a esa infraestructura de telecomunicaciones; utilizan diversas herramientas y plataformas que requieren gran potencia computacional, servicios de «cloud» y resiliencia de las redes, como es el caso de Blackboard Collaborate Ultra, Canvas o Microsoft Teams (especialmente utilizada por los colegios). Para José Luis Roig, Director de IT de la Fundación San Pablo CEU, el contexto actual ha acelerado la adopción de los sistemas online que permanecerán en la universidad tanto en docencia como en gestión, y el uso masivo de estas plataformas durante las últimas semanas está permitiendo testar su capacidad, al tiempo que permite ensayar nuevas utilidades como los sistemas de «proctoring», que tratan de asegurar que la realización de las pruebas por parte de los estudiantes desde su casa cumplan con los criterios de veracidad y detección del fraude. La realización de exámenes online supone saltar a un escalón y entrar en el verdadero «e-learning», pues muchas universidades habituadas a la formación a distancia realizaban los exámenes de forma presencial. El escenario ahora es otro, lo que va a implicar una inversión económica y en formación de recursos humanos. Por un lado, hay que tener en cuenta el coste de servicio de las plataformas para impartir la docencia, así como el coste de los sistemas que acrediten la ausencia de fraude o «proctoring» (Respondus, Smowl, etc.) y, por otro lado, también, se requiere cumplir una serie de requisitos en los equipos informáticos (videocámaras, micrófonos y computadores).
Inversión y estrategia
Todas las universidades y escuelas de negocio, tanto públicas como privadas, van a necesitar inversiones y también estrategias de verdadera transformación digital, tanto en la docencia como en sus procesos internos. La utilización de la inteligencia artificial y de la realidad virtual en el aprendizaje, el uso de «big data» para hacer mejores pronósticos sobre el desempeño y perfil del alumnado o la tecnología «blockchain» para acreditar curricularmente los títulos y las competencias van a formar parte del paisaje de las «universidades Post-2020». También las autoridades universitarias tendrán que replantear los actuales sistemas con los que se barema la calidad de las titulaciones. La enseñanza a distancia va a tener que innovar en sí misma y combinarse con las sesiones presenciales, o incluso realizarse de forma simultánea (mediante «streaming»), debiendo ser capaz de motivar e interactuar como en las aulas tradicionales. La calidad del equipo humano docente y de administración y, también, su sentido del compromiso, serán muy importantes para lograr buenos resultados en la enseñanza no presencial.
Si bien la docencia online es la consecuencia más evidente derivada de la crisis del coronavirus, en opinión de Iñaki Bilbao, esta no es más que una de las iniciativas que los equipos de transformación digital y de IT del CEU vienen desarrollando en los 3 últimos años en colaboración con empresas tecnológicas líderes como Microsoft, Amazon, Blackboard, etc. y que hoy más que nunca cobran toda su utilidad y relevancia. Algunos ejemplos de iniciativas son el desarrollo de asistentes virtuales, cuadros de mando para monitorizar la actividad académica y no académica, modelos predictivos para el acompañamiento a los estudiantes, automatización y digitalización de procesos no académicos, adopción de herramientas de trabajo colaborativo en la nube, mejora de la experiencia del usuario, etc. Este posible cambio de época de la universidad derivada de la actual crisis social, sanitaria y económica, puede suponer una importante enseñanza para reorientar parte de su gestión y misión y acercarla de nuevo al mundo real profesional y a la investigación aplicada. Así, al menos, lo hemos entendido en el CEU en que estamos adaptando todavía más nuestra oferta formativa a las profesiones del futuro.
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