China abre el camino para las monedas digitales estatales

Tras años poniendo palos en las ruedas de la revolución del bitcoin, parece que la República Popular China quiere tomar el mando de la tecnología blockchain dentro de sus fronteras. Y es que China nunca se opuso a esta tecnología tan disruptiva, solo rechazó su aspecto descentralizado debido al potencial desestabilizador que podría tener para un sistema de gobierno tan dependiente de la centralización absoluta como el suyo.

Una apuesta audaz que podría tener repercusiones en el mercado Forex

El mercado Forex (haz clic aquí antes de seguir si no sabes qué es Forex) es un mercado de sota, caballo y rey. Cotizan en él pares de monedas fuertes, como el euro-dólar estadounidense, el yen-dólar estadounidense o el euro-libra esterlina, por citar algunos de los cruces de divisas más importantes. Pues bien, todo podría cambiar para siempre con el lanzamiento de las monedas digitales estatales, especialmente la hegemonía actual del billete verde.

El lanzamiento del yuan digital podría afectar de manera muy significativa a la fortaleza del dólar estadounidense, la moneda que lidera a día de hoy la economía mundial. Casi el 90 % de las transacciones internacionales en 2019 fueron en dólares estadounidenses y alrededor del 60 % de todas las reservas mundiales de divisas están en dólares estadounidenses. Estos datos nada tienen que ver con el yuan chino, que representa apenas un 2 % de los pagos y reservas mundiales. La moneda de China se utiliza en algunos países asiáticos y en algunas transacciones, como la compra de petróleo de Irán, porque las sanciones de EE. UU. dificultan que Irán acepte pagos en dólares.

El equilibrio monetario actual podría cambiar con gran rapidez debido a la audacia del plan chino de emitir el yuan digital. China lleva décadas tratando de crear un sistema monetario alternativo, con poco éxito hasta la fecha. Desea combatir así el dominio del dólar en los mercados de divisas y ganar soberanía nacional. El nuevo yuan electrónico es el primer intento que tiene capacidad de hacer realidad este sueño chino, ya que podría utilizarse por todo el mundo y escapar a la supervisión de los gobiernos extranjeros. Por todo ello, las implicaciones geopolíticas y económicas de esta medida son muy grandes.

En resumidas cuentas, todavía es difícil pronosticar con fiabilidad el impacto real que va a terminar teniendo la irrupción del yuan digital en la economía mundial. Pero no parece descabellado pensar que las ramificaciones de esta medida serán variadas, ya que se trata de una iniciativa que ninguna economía poderosa se había atrevido a explorar hasta la fecha. ¿Creará Estados Unidos su propia moneda digital? ¿Desaparecerá el dinero en efectivo de nuestras vidas antes de lo que pensamos? ¿Qué sucederá con la privacidad de nuestras transacciones? Esas son las grandes preguntas cuyas respuestas, a día de hoy, son una verdadera incógnita.