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El FMI augura que la gran banca internacional dejará de ser rentable en 2025

Cifra en 1,2 billones las pérdidas del mercado crediticio de riesgo en un escenario severo

Kristalina Georgieva, directora del FMI
Kristalina Georgieva, directora del FMIlarazon

El Fondo Monetario Internacional (FMI) estima que la mayoría de bancos de las mayores potencias económicas del mundo están en riesgo de dejar de ser rentables en 2025 por la perspectiva de un entorno de bajos tipos de interés junto al impacto de la crisis generada por el Covid-19. En un nuevo capítulo de su Informe de Estabilidad Financiera Global, el Fondo ha alertado de que la rentabilidad ha sido un “desafío persistente” para los bancos en la mayoría de economías avanzadas desde la crisis financiera de 2008, por lo que el escenario que se abre tras esta nueva crisis, esta vez generada por la pandemia del Covid-19, presenta una nueva serie de riesgos a la baja.

Los economistas del FMI han realizado un modelo econométrico incluyendo a los principales bancos de un grupo de nueve países desarrollados, los pertenecientes al G7 más Suiza y Suecia. De acuerdo a sus previsiones, una “gran parte” de sus sectores bancarios podrían ser incapaces de generar beneficios por encima de su coste de capital para 2025. “La previsión de rentabilidad bancaria a corto plazo (2020 y 2021) se verá afectada negativamente por el abrupto alza de costes crediticios debido a la recesión económica generada por el brote del Covid-19”, ha explicado el FMI. “Esa compresión en los márgenes probablemente persistirá y se intensificará porque los tipos a largo plazo han descendido como resultado de la política monetaria acomodaticia”, ha agregado la institución con sede en Washington.

Ante este escenario, el organismo ha asegurado que los bancos tienen capacidad para mitigar estas presiones sobre su rentabilidad estructural mediante el incremento de los ingresos ajenos a los intereses, el recorte de costes o el aprovechamiento de las nuevas tecnologías. Estas medidas también ayudarán a los bancos a competir mejor contra las ‘fintech’ y contra los intermediarios financieros no bancarios. Sin embargo, el FMI también ha puesto su mirada sobre la posibilidad de que las entidades decidan incurrir más riesgos para tratar de elevar su retorno. “Las presiones sobre la rentabilidad a medio plazo podrían inducir a los bancos a incrementar los riesgos de crédito, de plazos de vencimiento, de liquidez o de operaciones de forma los suficientemente agresiva como para plantar las semillas de futuros problemas”, ha alertado.

Así, el FMI ha recomendado a los políticos y supervisores a desplegar una “combinación” de políticas que preserven un equilibrio entre la estabilidad financiera, el mantenimiento de la fortaleza de las instituciones financieras y el apoyo de la actividad económica. “Las autoridades del sector financiero deberían incorporar en sus decisiones y valoraciones de riesgo el impacto potencial del entorno de tipos bajos de interés en los bancos. La planificación de capital por parte de supervisores y los test de estrés deberían incluir escenarios de ‘lower for longer’ [tipos bajos durante mucho tiempo”, ha recetado el organismo presidido por Kristalina Georgieva.

Por otro lado, el FMI estima que las pérdidas del mercado crediticio de alto riesgo en un escenario severo semejante al de la última crisis financiera podría dar como resultado pérdidas de más de 1,3 billones de dólares (1,2 billones de euros), y señala a fondos de inversión y ETF como principales damnificados, mientras que el impacto para la banca sería aparentemente manejable. En concreto, la institución estima que los bancos estarían sujetos a pérdidas del 10% de su exposición, algo por debajo de los 150.000 millones de dólares (137.526 millones de euros), por detrás de las aseguradoras, con un porcentaje cercano al 13%, mientras que los más afectados en función de su exposición serían los hedge fund, con pérdidas del 40% del riesgo asumido, así como fondos y ETF, con más de un 35%. “Las pérdidas para la banca en los mercados crediticios de riesgo corporativo debería ser manejables, aunque sustanciales para unas pocas entidades. Las pérdidas de entidades financieras no bancarias podrían ser más significativas, dado el papel preeminente que los prestamistas no bancarios han adoptado en estos mercados, lo que podría dañar la provisión de crédito y llevar a una recesión más larga y severa”, indicó Tobias Adrian, director Asuntos Monetarios y Mercados de Capitales del FMI.