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Peluquerías

La ruinosa nueva normalidad de las peluquerías

El 63,7% se encuentra al límite de su supervivencia. Piden una bajada del IVA y un mantenimiento de los ERTE para evitar el cierre del 42,4% del sector

Peluquería abierta durante la fase 1
Peluquería abierta durante la fase 1Manuel Olmedo

Secadores, planchas, todas las luces encendidas, litros y litros de agua, decenas de productos de limpieza, y mientras tanto, los salones medio vacíos. Las peluquerías no podrán soportar sus gastos durante la desescalada y la “nueva normalidad” trabajando al 50% de su actividad, afirma la denominada “Alianza por la bajada del IVA al 10% a las peluquerías”. Esta iniciativa integrada, entre otros, por las firmas Marco Aldany, Luis&Tachi, Rizos, Llongueras y la patronal Conepe señala que el 80% de los salones llevan ya un mes en estas condiciones, desde el 4 de mayo con el inicio de la fase 0. A este mes de malos resultados, se le suma el mes y medio de cierre en el que los ingresos fueron prácticamente nulos. Su labor estética, pero sobre todo higiénica, se tuvo en cuenta al declarar el estado de alarma, cuando el Gobierno decidió mantener la atención a domicilio de las peluquerías como servicio de higiene básica. Ante la relevancia del sector, “el 99,2% de las peluquerías reclama de forma unánime la bajada del IVA para salvar al sector de su ruina económica, señala La “Alianza”.

Aforo limitado y el nuevo gasto en EPI

El estudio, en el que han participado más de 3.700 peluquerías, refleja que el 87,6% de las peluquerías está trabajando por debajo del 50% de capacidad. Y de estos, el 62,97% está trabajando por debajo del 33% de su actividad. Además, hay que tener en cuenta que las peluquerías únicamente pueden reiniciar su actividad con un 30% del aforo de los establecimientos, por lo que el 62,26% de los locales ha abierto con menos del 33% de su personal. El gasto de mantener el local a pleno funcionamiento pero con la mitad de ingresos aumentan aún más con los protocolos de seguridad. El 57,6% de los negocios encuestados considera bastante o muy difícil asumir los gastos de las compras de guantes, mascarillas y sistemas de protección, en su mayor caso desechables tras un único uso, o las limitaciones respecto a la agilidad del servicio y la necesidad de realizar una atención personalizada de cada trabajador a cada cliente, que se considera bastante o muy difícil para el 51% de las peluquerías.

Más de la mitad, en la cuerda floja

Todo este conglomerado de factores ha provocado que el 63,7% de las peluquerías se encuentre al límite de su supervivencia. Por territorios, las peluquerías más vulnerables son las de Cataluña, Madrid o Castilla y León, que aún no han alcanzado la fase 2 en la que se flexibilizan las medidas, suprimiendo la cita previa o incrementando el aforo de los salones al 40%. Por ello, hasta que las peluquerías recuperen su productividad, el 90,8% de los locales encuestados consideran que es bastante o muy importante que se mantengan los ERTE más allá de la finalización del estado de alarma si se desea evitar la amenaza de desaparición del 42,4% de las peluquerías hasta un total de 20.400. La práctica totalidad de los encuestado (99,2%) también considera que una bajada del IVA del 21% al 10% sería una herramienta clave para garantizar la sostenibilidad y viabilidad de estos pequeños negocios y salir de esta crisis económica.