Economía

Adriana Domínguez: «Quiero volver a la esencia»

La nueva presidenta ejecutiva de la firma afronta cómo trasladar el legado de su padre Adolfo Domínguez y reconectar con sus clientes en la era digital. La compañía vuelve a resultados positivos tras diez años de pérdidas

ORENSE, 121218. PRESENTACION LIBRO JUAN GRIEGO EN FORO LA REGION CON ADOLFO DOMINGUEZ Y ADRIANA DOMINGUEZ
ORENSE, 121218. PRESENTACION LIBRO JUAN GRIEGO EN FORO LA REGION CON ADOLFO DOMINGUEZ Y ADRIANA DOMINGUEZMIGUEL RIOPAPUNTOGA COMUNICACION

Adriana Domínguez, hija del célebre diseñador Adolfo Domínguez, señala que «lo mejor de trabajar en familia es la confianza y valoración que existe de que podrás aportar al proyecto, ya que permite un crecimiento rápido». Nacida en Orense el 22 de agosto de 1976, Adriana tomó hace pocas semanas las riendas de la compañía como presidenta ejecutiva, cuando su padre, principal accionista del grupo Adolfo Domínguez desde hace 28 años, decidió consolidar el relevo generacional, renunciando a la presidencia en favor de su primogénita. La decisión refrenda la sucesión natural en la firma de moda de autor, que ahora debe encarar el futuro en el marco de la peor recesión económica mundial tras la Segunda Guerra Mundial provocada por la crisis del coronavirus.

Adriana Domínguez es consejera de la empresa desde noviembre de 2016 y desde julio de 2017 el consejo delegó en ella todos los poderes ejecutivos: primero como directora general (2017-19) y como consejera delegada (desde julio de 2019), cargo que ahora se añade al de presidenta del consejo. Dice Adriana que lo «peor de trabajar en familia es, probablemente, aprender a no personalizar cuando se tienen visiones diferentes sobre la realidad y sobre lo que el proyecto empresarial necesita en cada momento».

La nueva presidenta ejecutiva, desde mayo de 2020, encarna la tercera generación de la empresa fundada por sus abuelos en 1950. Su padre, que acaba de cumplir 70 años, tomó las riendas de la empresa heredada de sus padres, otorgándole desde 1980 el carácter de moda de autor e impregnándola de todos los valores de una marca simbólica, diferente y global, sin abandonar nunca sus raíces, con su sede social en Galicia. Bajo su dirección, la compañía ha sido la primera empresa de moda española en abrir tiendas fuera de nuestras fronteras (1980), la primera en lanzar un perfume (Agua Fresca, 1990), o la primera en salir a Bolsa (1997).

Trayectoria

En los últimos cuatro años, Adriana ha logrado renovar completamente la gestión de la compañía, en tándem con el actual director general, Antonio Puente. Junto a él y un nuevo equipo de dirección, ha devuelto a la firma a resultado operativo positivo tras diez años en pérdidas, con un aumento de las ventas comparables de más del 22% y una subida de su facturación online del 108%. «Llevamos tres años dándole la vuelta a todos los procesos de la empresa, actualizándolos y generando una nueva propuesta de valor para el cliente. Ese proceso se hace tratando lo urgente, pero sin olvidarte de lo importante. Lo importante no es cortoplacista. Lo importante está en tu pasado y es volver a la esencia de lo que siempre fuiste, en nuestro caso, la diferencia que marca el diseño de Adolfo Domínguez, y también en el futuro y en cómo llegar de una forma nueva a tu cliente. En este sentido, ahora mismo estamos lanzando proyectos de innovación y potenciando el canal digital, que está creciendo de forma exponencial, y reconectando con nuestros clientes a través de redes sociales, en las que hemos multiplicado por 16 nuestro alcance en un año».

Adriana Domínguez ha liderado también la reorganización interna de la empresa, renovando completamente el comité de dirección, que ahora cuenta con un 54% de mujeres directivas, e implantando nuevos métodos de gestión. También ha reunificado todas las marcas y refrescado el posicionamiento de la firma con la sostenibilidad y la internacionalización, con un 52% de las tiendas situadas ahora fuera de España, 391 puntos de venta en 22 países y una facturación de 112 millones de euros en el último ejercicio auditado (2018/19).

El consejo de su padre

El textil siempre ha formado parte de la vida de Adriana, pero no ha sido su única vocación. Hizo sus pinitos en la industria del cine, tanto en España como en el Continente americano, donde incluso llegó a participar en el rodaje de la película «El Puente de San Luis» junto al actor Robert de Niro. «La relación con lo textil ha estado siempre ahí, aunque he tenido otros proyectos. Llegar a la moda por una circunvalación me ha enriquecido mucho y me ha ayudado a afrontar los retos actuales».

A la pregunta de qué consejo destaca entre los que le ha dado su padre, Adriana responde que «muchas veces dicen que no haces lo que tus padres te dicen, sino que haces lo que ves. Yo he visto siempre a unos padres que han trabajado y han sentido una verdadera pasión por la empresa y por el diseño, y he aprendido a vivir la vida de esa forma».