Tu economia

El papel clave de los plásticos en la lucha contra el cambio climático

En lo económico, este sector es uno de los motores industriales de nuestro país, con una cifra de negocio anual de 31.000 millones de euros

La cantidad de plástico reciclado aumenta cada año, habiéndose superado el millón de toneladas desde 2017
La cantidad de plástico reciclado aumenta cada año, habiéndose superado el millón de toneladas desde 2017Miguel GutiérrezEFE

El sector de los plásticos es clave para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de las Naciones Unidas, que se enmarcan en tres ejes principales: económico, social y medioambiental. En lo económico, el sector de los plásticos es uno de los motores industriales de España. Es una industria que genera una cifra de negocio anual de más de 31.000 millones de euros, lo que supone el 21% de la industria manufacturera y el 2,7% del PIB de nuestro país, cifra similar a la contribución al PIB del sector de la Agricultura, ganadería, silvicultura y pesca (2,5%), según los datos del INE del primer trimestre de 2020. Esta industria aporta además a las arcas públicas 1.525 millones de euros y es un gran motor de empleo: genera más de 93.000 puestos directos en España, llegando la cifra a 255.000 si se incluyen los indirectos e inducidos.

España vaciada

La industria de los plásticos la conforman más de 3.000 empresas, siendo el 98% de ellas pymes y micro-pymes ubicadas por todo el territorio nacional, contribuyendo a combatir el reto de la España vaciada. Son datos aportados por EsPlásticos, una plataforma que une a los diferentes agentes que forman parte del sector y de la cadena de valor de los plásticos. EsPlásticos nació para dar a conocer las soluciones sostenibles que los plásticos ofrecen, así como destacar los numerosos avances técnicos, económicos, sociales y medioambientales que estos materiales han hecho y siguen haciendo posible. «El mundo no podría entenderse sin los plásticos. Los encontramos en los envases, la ropa, los edificios, los dispositivos médicos, los coches, los aviones, los móviles, la agricultura y un sinfín de aplicaciones», explica Alicia Martín, portavoz de EsPlásticos. Si en el plano económico el sector genera riqueza y empleo, en lo social los plásticos contribuyen a preservar la salud y seguridad de las personas, y son idóneos para la fabricación de muchos productos esenciales, como por ejemplo, apunta Martín, las jeringuillas, tan útiles ahora en la vacunación contra la COVID-19. No solo contribuyen con el Objetivo de Desarrollo Sostenible número 3 (salud y bienestar), sino también permiten la fabricación de palas eólicas y placas solares, siendo un actor clave en la producción de energías renovables, necesarias para cumplir con el ODS 7 (Energía asequible y no contaminante).

Los sistemas plásticos de saneamiento y abastecimiento de agua potable han sido fundamentales para conseguir los niveles de seguridad e higiene de los que nos beneficiamos hoy, ya que gracias a ellos se han erradicado gran cantidad de enfermedades (ODS 6: Agua limpia y saneamiento). Además, los plásticos también juegan un papel fundamental en sistemas de seguridad de viviendas y edificios, en las tecnologías antiincendios, en los equipamientos de cuerpos de seguridad y bomberos y, cómo no, en la seguridad pasiva de los coches con los airbags y los cinturones de seguridad, que reducen hasta un 20% la posibilidad de sufrir una lesión mortal en caso de accidente. En el ámbito alimentario, el ecodiseño y la innovación en los envases plásticos nos permiten consumir los alimentos con la máxima seguridad, comodidad y en mejores condiciones. Además, contribuyen a reducir el desperdicio alimentario. Gracias a ellos, la comida dura más tiempo conservando toda su calidad.

Cambio climático

En lo medioambiental, el sector de los plásticos tiene el potencial de convertirse en el gran aliado contra la emergencia climática. Y es que el 60% de los productos hechos con plásticos duran entre dos y 50 años. «Impulsan una movilidad sostenible, haciendo que los productos y medios de transporte sean mucho más ligeros que los fabricados con otros materiales, con el consiguiente ahorro de combustibles y de emisiones de CO2», apunta Alicia Martín. Por ejemplo, un coche puede ahorrar hasta 750 litros de combustible a lo largo de su vida útil gracias a los plásticos. Contribuyen también a una mayor eficiencia energética, especialmente en edificios y viviendas gracias a las propiedades aislantes de ventanas y sistemas de aislamiento plásticos. Gracias a estos últimos podemos ahorrar más de 250 veces la energía que se utilizó para su fabricación.

Con el uso de los plásticos se logra también un mayor aprovechamiento de los recursos hídricos, haciendo posible el desarrollo de tecnologías como el sistema de riego por goteo que permiten un ahorro del 30 al 60% de agua en comparación con métodos de regadío convencionales. O proporcionando sistemas de tuberías especialmente eficientes que reducen el riesgo de pérdidas de agua en las redes de saneamiento y abastecimiento.

Hay que celebrar también que la cantidad de plástico reciclado aumenta cada año, habiéndose superado el millón de toneladas desde 2017 –cuatro veces más que en el año 2000– y siendo mayor la cantidad de plástico reciclada que la depositada en vertedero. Esto ha llevado a España a tener la segunda mayor tasa de reciclaje de envases y embalajes de toda Europa. El sector participa además en la Circular Plastics Alliance, cuyo objetivo es incorporar diez millones de toneladas de plásticos reciclados anualmente en los procesos de producción de nuevos productos a partir de 2025 en Europa.