Los ERTE incentivarán más la activación de trabajadores para “desenganchar” a las empresas de las ayudas

El gasto total de todas las ayudas concedidas por el Gobierno, que alcanzaron a ocho millones de trabajadores en los picos de la pandemia y a casi 600.000 empresas, rozará los 40.000 millones a finales de mayo. La estimación del coste fiscal en exoneraciones a las empresas para mantener estos empleos alcanzará unos 7.000 millones a finales de mayo; las prestaciones y exoneraciones de autónomos, algo más de 9.000 millones y otros 2.000 millones por el gasto en prestaciones por incapacidad temporal. Así, el gasto en protección de empleo de la Seguridad Social alcanzará los 18.000 millones cuando concluya la extensión hasta mayo de los ERTE del Covid y las ayudas a los autónomos.

Esas son las previsiones realizadas hoy por el ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, quien ha apuntado a incentivar la activación de los trabajadores ante una nueva negociación de la extensión de los ERTE a partir de mayo. “La consolidación del modelo de ERTE está en los planes del Gobierno, pero puede haber restructuraciones para los sectores que no se recuperen del todo”. En este sentido, Escrivá espera que desde mayo las empresas “puedan comenzar a desengancharse” de las medidas como los ERTE del Covid. “En cualquier caso, será algo que veremos en mayo con los agentes sociales”, ha destacado.

El ministro ha avanzado que, de media en marzo, hay algo más de 800.000 trabajadores afectados por un ERTE, pero ha apuntado a una activación en las últimas semanas, con una rebaja de los afectados por ERTE hasta los 783.000 esta semana. “Tiendo a pensar que vamos a empezar con una recuperación del empleo, con un crecimiento de la demanda que se vaya consolidando con el proceso de vacunación”, ha dicho.

Los trabajadores protegidos por una baja por incapacidad temporal asimilada a accidente laboral han sumado 3,8 millones (1,3 millones contagiados y 2,5 millones por cuarentena). “El indicador de bajas por Covid es un calco de la infección acumulada a siete días, que sirve para adelantar la evolución de la pandemia. En la segunda ola la probabilidad de contagio del personal sanitario era el doble que el resto de los trabajadores. En la tercera ola, a raíz del proceso de vacunación, los trabajadores sanitarios se infectan crecientemente menos que el resto de los trabajadores”, según ha indicado el ministro Escrivá.

En términos de afiliación, Escrivá ha remarcado las diferencias con la crisis de 2008, donde a pesar del impacto de abril pasado. “Un ejemplo es la caída de los trabajadores en el RETA del 5% con la crisis financiera, mientras que hoy tenemos más autónomos afiliados a la Seguridad Social que antes del Covid”, ha explicado. Eso no implica, según ha puntualizado el secretario de Estado de la Seguridad Social, Israel Arroyo, “que haya un boom de autónomos”.

Son los trabajadores de mayor edad y los temporales los que están más tiempo en ERTE. Los ERTE están muy ligados a las restricciones de movilidad, lo que indican su “versatilidad”, ha destacado Escrivá. En este sentido, ha pronosticado una caída de los ERTE en los próximos días mientras se levantan restricciones de movilidad. Respecto al nivel de reactivación de los trabajadores en ERTE, está por encima del de países como Alemania o Francia, ha subrayado, “gracias a los incentivos de exoneración a la reincorporación para las empresas”. Asimismo, la Seguridad Social registra menos morosidad que en otras crisis, según los datos del Gobierno, “lo que indica que las empresas están pudiendo resistir”.