Encuesta
El 10% de la población más rica acumula el 53,9% de la riqueza española
Un 98,2% de las familias poseía algún tipo de activo, real o financiero. La riqueza neta mediana de los hogares aumentó un 4,6% entre 2017 y 2020, hasta los 122.000 euros
La riqueza neta mediana de los hogares -que incluye desde el patrimonio inmobiliario hasta los fondos de pensiones o las acciones- aumentó un 4,6% entre 2017 y 2020, hasta los 122.000 euros, rompiendo la tendencia decreciente del periodo 2011-2017, mientras que la riqueza neta media -la que marca la diferencia entre el valor total de los activos y sus deudas- creció un 5,6%, hasta los 269.900 euros, la renta lo hizo un 10,8% entre 2016 y 2019, hasta los 38.900 euros y la renta mediana creció un 14,4%. Ese aumento del 4,6% de la riqueza neta mediana “rompe la tendencia decreciente” mostrada en el periodo 2011-2017, en el que se acumuló una caída del 27%, si bien este incremento “esconde” variaciones “muy dispares” por grupos de edad.
Así lo recoge la Encuesta Financiera de las Familias de 2020 elaborada por el Banco de España, que incide en que los niveles de desigualdad en España están “relativamente contenidos” en relación a otros países del entorno europeo, principalmente “por la vivienda en propiedad, porque eso ayuda a mitigar esos niveles de desigualdad”, según defendió el director general de Economía y Estadística, Ángel Gavilán, que ha dirigido este informe. Pese a ello, el 10% de la población más rica acumulaba el 53,9% de la riqueza, tres décimas más que en 2017; el 5% atesoraba el 41% de la riqueza (cuatro décimas más), y el 1% más rico poseía el 22% de riqueza (1,1 puntos más).
En este sentido, el Banco de España pone de manifiesto que la vivienda es el activo más importante de las familias. El 73,9% poseía una vivienda principal en 2020, porcentaje inferior al 75,9% de 2017. La vivienda en propiedad pierde así peso relativo a favor de otras propiedades inmobiliarias y negocios a medida que aumenta la riqueza neta. El 36,1% de los menores de 35 años tenía su vivienda principal en propiedad, cifra que también viene decreciendo desde 2011. Además, en 2020, el 45,4% de las familias españolas poseía algún activo financiero, excluyendo cuentas bancarias.
Esta encuesta, que analiza los cambios ocurridos en la situación financiera de las familias españolas entre finales de 2017 y finales de 2020, determina que la riqueza media pasó de 255.500 euros en 2017 a 269.900 euros en 2020, un año este último marcado por la llegada de la pandemia. Así, la riqueza mediana aumentó sustancialmente para los hogares jóvenes, hasta 23.900 euros, para los que en 2014 y 2017 se observaban niveles bajos, de en torno a 5.000 euros. Aún así, estos niveles siguen siendo “muy inferiores” a los que tenía este grupo en 2011, que era de 72.630 euros.
También aumentó la riqueza mediana en 2020 para los hogares cuyo cabeza de familia era mayor de 65 años o tenía entre 35 y 44 años, aquellos cuyo cabeza de familia era empleado por cuenta ajena y aquellos en los que estaba jubilado. Sin embargo, el Banco de España alerta de la disminución de riqueza de aquellos hogares con menor renta. En concreto, la riqueza mediana de las familias con rentas por debajo de 20.000 euros fue de 40.600 euros en 2020, un 15% menos que en 2017. Además, la riqueza mediana entre las familias con una riqueza inferior a 25.000 euros era de 400 euros; cuando en 2011 este valor era de 7.100 euros.
Especialmente “tocada” se encuentra la riqueza neta mediana para los hogares cuyo cabeza de familia trabaja por cuenta propia, que han sufrido un descenso del 5%, y para aquellos donde el cabeza de familia estaba desempleado o inactivo -que registraron un retroceso de la riqueza mediana del 25% en 2020-. La caída mediana para los autónomos se acumula a la ya experimentada entre 2014 y 2017 (13%) y entre 2011 y 2014 (17%). Por el contrario, la riqueza neta media de este grupo aumentó entre 2017 y 2020 un 18,6%.
Según las conclusiones del estudio, la riqueza, tanto en media como en mediana, crece con el nivel educativo, lo que refleja tanto la mayor disponibilidad de recursos que dedicar al ahorro entre los hogares con rentas altas como diferencias en la tasa de ahorro y en la composición y rendimiento de carteras de activos. Así, la riqueza neta mediana disminuyó de forma sustancial en los hogares con rentas más bajas (15,5%) y para aquellos donde el cabeza de familia estaba desempleado o inactivo (25%).
Hasta 2020, un 98,2% de las familias poseía algún tipo de activo, real o financiero. Para estas familias, el valor mediano de sus activos a finales de 2020 era de 160.700 euros. La vivienda es el activo más importante de las familias, ya que representa el 52,9% del valor de los activos reales para el conjunto de hogares y un 41,9% del valor de los activos totales. El porcentaje de hogares propietarios de su vivienda principal -del 73,9% en 2020- es mayor, en general, a medida que aumenta la renta. Para los hogares que son propietarios de su vivienda principal, el valor mediano de esta es de 130.000 euros. Este valor crece a medida que aumenta la renta y es más elevado para los hogares con cabeza de familia de entre 65 y 74 años (143.200 euros). Entre finales de 2017 y finales de 2020, el porcentaje de hogares que era propietario de su vivienda principal continuó descendiendo de forma apreciable, desde el 75,9% al 73,9%.
El peso relativo de los activos financieros sobre los activos totales fue a finales de 2020 de un 20,8%, una magnitud que se mantiene estable desde finales de 2014, pero que supone un aumento de 10 puntos desde finales de 2008. En cuanto a la descomposición de los activos financieros, las cuentas bancarias constituyen casi el 42% del valor de los activos financieros, le siguen los planes de pensiones (14,2%), los fondos de inversión (12%), las acciones no cotizadas y participaciones (10,3%), las acciones cotizadas (10,3%) y los valores de renta fija (0,3%). El porcentaje de hogares que poseen de manera directa acciones cotizadas en bolsa era del 12,4%. Esta cifra aumenta con la renta y la riqueza neta, y la tasa de aumento es mayor al pasar a los tramos superiores de renta y riqueza.
La Encuesta Financiera de las Familias (EFF) es una encuesta elaborada por el Banco de España cada tres años desde 2002, que proporciona información detallada sobre las rentas, los activos, las deudas y el gasto de los hogares españoles. Como medida de renta del hogar, en este informe se utiliza la renta bruta total (incluyendo rentas laborales y no laborales de todos sus miembros), es decir, antes de impuestos y cotizaciones, correspondiente a la totalidad del año natural.
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