El reparto de ayudas europeas deja fuera proyectos estrella de Stellantis o Acciona y en suspenso miles de empleos

El grupo automovilístico Stellantis estudia presentar recursos y alegaciones para poder beneficiarse de los fondos del Proyecto Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (Perte), ya que su propuesta ha sido rechazada en el primer reparto de fondos que el Gobierno hizo público hace unos días. El grupo francoitaliano había presentado un proyecto denominado Aries, que persigue potenciar la producción de sus factorías de Vigo y Villaverde (Madrid). Dentro de los objetivos de este plan se contemplaba impulsar una nueva generación de automóviles eléctricos en ambas fábricas a través de 26 proyectos diferentes. Y además se planteaba la implantación de un nuevo taller de baterías en Vigo. La fábrica de Vigo produce diferentes modelos eléctricos y electrificados de las marcas Peugeot, Citroen, Opel y Toyota. Pero el proyecto ha sido rechazado por el Ministerio de Industria por, al parecer, no cumplir con la estructura mínima exigida. Se abre ahora un plazo de alegaciones antes de que en otoño se publique el reparto definitivo de fondos.

Dentro de estos Perte dedicados específicamente al desarrollo de vehículos eléctricos y conectados (VEC), la marca más favorecida en este primer reparto ha sido Seat. El monto total de los fondos asciende a 702,6 millones de euros, de los cuales 476,3 millones serán subvenciones directas no reembolsables y el resto se otorgarán en forma de préstamos a intereses preferentes. De este total, el proyecto presentado por Seat bajo la denominación Future Fast Forward recibirá una subvención de 167,3 millones euros, es decir, el 46% de los 362 millones que habían sido solicitados en el documento presentado a estudio en el Ministerio de Industria. De esta cantidad concedida, 68 millones serán de subvención directa y el resto, en préstamos preferenciales.

El proyecto de la marca española contempla, además de la electrificación de las factorías de Martorell y Pamplona, ambas del grupo Volkswagen, la construcción de una gigafactoría de baterías para coches eléctricos en Sagunto, en la provincia de Valencia. Un proyecto que ya fue anunciado hace unos meses por el presidente de Seat, Wayne Griffits. Según sus palabras, la elección de esta localización se ha debido a la facilidad logística y la alta preparación de los técnicos de la zona. El proyecto contempla la localización en España de «componentes esenciales para la movilidad sostenible y ámbitos relacionados con formación, digitalización y la economía circular».

Asimismo ha sido aceptado con importantes ayudas el proyecto de Mercedes Benz para su fábrica de Vitoria. El proyecto persigue «la transformación integral de la cadena de valor de la movilidad eléctrica para la sostenibilidad y competitividad en el desarrollo y fabricación nacional del monovolumen eléctrico». Un modelo de la gama más alta y con alto valor añadido, para lo cual la firma alemana recibirá un total de 159,3 millones de euros, lo que supone el 31% del monto total solicitado, que se elevaba a 512 millones. Del total asignado, 67 serán subvención directa y el resto, en forma de créditos.

Terceros en la lista de mayores beneficiarios serán las factorías de Almusafes, de Ford, y de la antigua Nissan de la Zona Franca de Barcelona, ahora liderada por QEV Technologies. La planta valenciana de Ford presentó un plan, valorado en 267 millones de euros, para el desarrollo de una nueva plataforma de vehículos eléctricos sobre la que se desarrollarán diferentes modelos eléctricos en un plazo de tres años. El plan contaba con la colaboración de una amplia red de pequeñas empresas proveedoras de componentes. De este total, le han sido concedidos 106,3 millones, 68 de los cuales serán de ayuda directa y el resto en créditos. Un total de 105,1 millones se van a destinar a la promoción del establecimiento de un grupo de empresas especializadas en descarbonización y que ocuparán las instalaciones de la antigua fábrica de Nissan en el Zona Franca de Barcelona. Un grupo liderado por QEV Technologies que se ha visto beneficiado por un centenar de millones de subvención directa a pesar de que, a diferencia de otros presentados, el proyecto no cuenta con instalaciones ya en funcionamiento.

Otras cantidades importantes serán otorgadas a Opel y Renault. La primera marca recibirá 42.470.833 euros para la fabricación a partir del año que viene de nuevos modelos eléctricos y electrificados en su planta de Figueruelas (Zaragoza). Renault, por su parte, se adjudica 39.736.437 euros de los 74 solicitados, el 53,7%, para desarrollar un proyecto de más de treinta iniciativas sobre descarbonización, conectividad y movilidad que se llevarán a cabo conjuntamente con medio centenar de pequeñas y medianas empresas. La movilidad eléctrica es asimismo el hilo conductor de los proyectos de empresas de componentes cuyos proyectos han sido apoyados. Son Faurencia (25,9 millones), Sapa (25,2), Irizar Autobuses (24,0) y Fagor (7,1).

En el otro lado de la moneda están tres proyectos que han sido rechazados por el Gobierno. Además del de Stellantis antes descrito, no ha sido aceptado el plan presentado por las empresas Acciona y Envision que querían construir una fábrica de baterías para automóviles en Cáceres y que contaba con crear más de 1.000 empleos directos y oros tantos indirectos en un plazo de tres años. Por último, el fabricante de motos Rieju quería desarrollar una moto eléctrica ligera, pero también fue rechazado. Estas compañías preparan recursos y alegaciones para presentarlas al Ministerio.

Las cantidades ahora adjudicadas suponen el 40% aproximadamente del total de los fondos inicialmente asignados al Perte, que ascendían a 1.755 millones