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¿Por qué España acude a las cumbres del G20 desde 2008 aunque no pertenece al “club”?
Nuestro país, pese a ser una de las grandes economías mundiales, no está en el listado de países que forman parte de este selecto grupo, pero su presencia en las cumbres está asegurada... de momento
Los líderes de los países del G20 han estado reunidos ayer y hoy en la isla indonesia de Bali en una cumbre marcada por la guerra de Ucrania y por los dos misiles caídos anoche en Polonia que mataron a dos personas, que provocaron una crisis internacional desactiva hoy tras conocerse que no se trataría, en principio, de misiles rusos.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, presente en la reunión, considera que esta cumbre del G20 ha demostrado la vigencia y la eficacia de este foro de países para hacer frente a retos globales pese a las diferencias entre ellos por la guerra en Ucrania.
En la rueda de prensa que ofreció al término de esa cumbre, Sánchez reconoció que esta cita ha estado marcada por la guerra, que dijo que fue provocada por el presidente ruso, Vladímir Putin, y a quien acusó de tratar de boicotear la agenda internacional.
En la declaración final de la cumbre, la mayoría de países condenan la actitud de Rusia, que no avala esa parte del comunicado, pero sí hubo unanimidad en algo que destacó especialmente Sánchez: el claro rechazo al uso de armas nucleares.
Junto a ese paso que interpreta como muy importante porque genera certidumbre, destacó el análisis que el G20 hizo de las consecuencias del conflicto en Ucrania como las crisis de seguridad alimentaria y energética.
Sánchez mantuvo un encuentro en la primera jornada de la cumbre con el presidente chino, Xi Jinping, a quien pidió que intente utilizar su influencia sobre Putin para que ponga fin a la guerra.
Miembros del G20
El G20 está compuesto por la UE, Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, EE UU, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.
Esta cumbre finalizada hoy tiene lugar 13 años después de la primera que tuvo lugar en Washington DC y que supuso el germen del actual grupo, sustituto como gran órgano del poder económico mundial del G8.
El G20, o Grupo de los 20, es, según su propia definición, “el principal foro internacional para la cooperación económica, financiera y política y aborda los grandes desafíos globales y busca generar políticas públicas que los resuelvan”. Está compuesto por la Unión Europea y 19 países: Alemania, Arabia Saudita, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.
¿Y dónde está España? Pues no la busque, porque no está. El G20 comenzó como un foro de ministros de Finanzas y presidentes de bancos centrales. Fue creado el 25 de septiembre de 1999 en una reunión de ministros de Finanzas del G7, es decir, las siete mayores economías del mundo, formado por Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido. A este grupo se sumó después Rusia en 1998, pasando a convertirse en el G8.
En ese año 1999 se decidió sumar al G8 a las 12 principales economías emergentes del mundo así como a la Unión Europea. España, por tanto, seguía fuera, es decir, ni estaba entre las siete u ocho economías mundiales del G7 y G8 ni entre las emergentes, de tal modo que no tenía ni voz ni voto en un foro tan importante que agrupa el 85% del producto bruto global, el 66% de la población mundial, el 75% del comercio internacional y el 80% de las inversiones globales.
A pesar de todo esto, España sí ha estado en las últimas cumbres que se han venido celebrando desde 2008. Según el propio Ministerio de Asuntos Exteriores español, la primera participación española en el G-20 tuvo lugar en la cumbre extraordinaria de noviembre de 2008 en Washington cuando el entonces presidente de Francia, Nicolás Sarkozy, cedió a España uno de los dos puestos que le correspondían como presidente de turno de la Unión Europea y como miembro del G-8.
Tras la cita de Washington, España fue invitada oficialmente para asistir a la cumbre extraordinaria de Londres de abril de 2009, con el primer ministro británico Gordon Brown como anfitrión. Tras participar en la cumbre de Londres, España consideró consolidada su posición en el G-20 como corresponde a su peso político y económico en la comunidad internacional. España también estuvo en Pittsburgh, en septiembre de 2009, para participar en la cumbre extraordinaria presidida por Barack Obama, anfitrión de la cita.
Estatus de invitado permanente
Posteriormente, España ha asistido a la cumbre extraordinaria de Toronto, en junio de 2010. Durante la presidencia de Corea del Sur, tuvo lugar la cumbre extraordinaria de Seúl, en noviembre de 2010; en ella, el país anfitrión apoyó la posibilidad de que España formara parte de un G-20 ampliado. España ha participado en las últimas cumbres desde entonces hasta el punto de que se ha convertido en el único país con el estatus de invitado permanente, pues se le permite estar en todas y cada una de las reuniones, independientemente de que su representación sea llevado a cabo también por la UE.
Según el Real Instituto Elcano, el think-tank español de estudios internacionales y estratégicos, “España, para consolidarse es su papel de invitada permanente y eventualmente optar a ser miembro si se presentara la ocasión, puede aportar análisis, posicionamientos y propuestas que le interesen a ella como país y a los demás socios en este marco”.
El G20 se ha convertido en un marco central si no para la decisión sí para el impulso y el debate sobre algunos aspectos de la gobernanza global que interesan a España, pero ha perdido en capacidad decisoria o de coordinación de políticas en algunos ámbitos.
“Es importante asegurarse que España permanece en este foro e ir sembrando semillas -dice el Real Instituto Elcano- para, eventualmente, lograr el estatus de miembro permanente. Algunos elementos juegan a su favor, otros en contra. Pero, sobre todo, España necesita aportar en este marco propuestas o planteamientos que respondan a su interés nacional y al interés general de los participantes. No se puede limitar a “estar” en el G20, sino también a “ser” en él.
En cuanto al análisis que hace del peso de España en la economía mundial y en el propio G20, asegura que desde la primera cumbre del G20 “el peso relativo de España en la economía mundial se ha reducido tanto en términos relativos como en algunos casos absolutos, debido a la Gran Recesión que empezó en 2008, ya concluida, y al crecimiento de algunas economías emergentes”.
España ocupa la 13ª posición en el Índice Elcano de Presencia Global en 2022, por detrás de Estados Unidos, China, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Rusia, Canadá, País Bajos, Italia, India y Corea del Sur, y por encima de Suiza, Australia, Bélgica, Singapur, Irlanda, Turquía y Suecia en el topo de los 20 primeros, que se mantiene relativamente estable, “con el mismo grupo de países ocupando posiciones similares durante varios años consecutivos y mostrando que, a pesar de los cambios geopolíticos y geoeconómicos, Occidente y/o el Norte siguen acaparando gran parte de la presencia global agregada. Pero la evolución desde 1990 no es homogénea, habiendo países con incrementos de presencia muy superiores a otros en el mismo periodo, modificándose con ello el orden de las posiciones. Así, en 1990, el ranking estaba liderado por EEUU, seguido de Rusia, Francia y el Reino Unido; en 2022, EEUU sigue en la primera posición, seguido de China, Alemania y Japón”.
España es el país que pierde el mayor volumen de presencia global en el último año, de entre los 150 países para los que se calcula el Índice, a pesar de conservar su 13ª posición. El efecto de la pandemia ha sido especialmente fuerte en la economía española, entre otros motivos por la fuerte dependencia del turismo en los últimos años de recuperación económica. De las 16 variables que incluyen el índice se registran pérdidas de presencia en todas ellas excepto en exportaciones de bienes primarias e inversión exterior.
En la proyección exterior de España la dimensión blanda adquiere un protagonismo mayor que en otras economías desarrolladas, obteniendo tradicionalmente mejores posiciones en el ranking de esta dimensión (por ejemplo 11ª posición en presencia blanda en 2019, frente a la 12ª en presencia económica) mientras que en el plano militar el papel internacional de España es menor (14º posición ese año).
La razón es la importancia del turismo en su proyección exterior siendo, hasta el estallido de la pandemia, el 2º país con mayor número de visitantes extranjeros, lo que contribuyó también a la recuperación de su presencia económica, tras la Gran Recesión, por el aumento de las exportaciones de servicios. España cae así a los puestos 13º y 15º de los rankings de presencia blanda y económica, respectivamente.
España es sexto en el ranking del Índice Elcano de Presencia Europea, perdiendo una posición tras la salida del Reino Unido. En el ámbito económico europeo, destaca por sus exportaciones de bienes primarios, y dentro de la dimensión blanda el protagonismo es de las migraciones, el turismo y las publicaciones científicas.
En la década de los 90 aumentó notablemente su presencia global, debido al crecimiento de la dimensión económica y, sobre todo, de la blanda. Destaca la variable de turismo, siendo el 2º país con mayor número de visitantes extranjeros. La dimensión económica se ve afectada por la crisis de finales de los 2000. Aunque recientemente se venía produciendo una recuperación de las exportaciones de servicios explicada con el sector turístico, desde 2018 vuelve a perder presencia económica por la merma de la inversión en el exterior y las exportaciones de manufacturas.
Por ello, esta pérdida de posiciones relativas y absolutas puede poner en peligro su posición en el G20, especialmente ante el exceso de presencia de economías europeas. Ahora bien, la decisión británica de salir de la UE (el Brexit) puede reforzar la presencia de España, al no considerarse un país de la UE. Aunque lo más probable es que por un tiempo no se cambie el tipo de participación en el G20, España no sólo debe prevenirse –para lo que necesita estar activa– sino, si se abre la oportunidad, pasar a ser miembro permanente. Plantearlo como un objetivo aislado y abierto podría ser, sin embargo, contraproducente. Pero España interesará más si plantea cuestiones que interesen a más participantes.
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