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Economía

António Calçada: "España y Portugal pueden generar juntas un bloque ibérico más competitivo"

El presidente de la Cámara de Comercio e Industria Hispano-Portuguesa asegura que si no se actúa de manera decidida, el continente corre el riesgo de perder relevancia en el tablero económico global

Antonio Calçada, presidente de la cámara de Comercio hispano portuguesa Gonzalo PérezLa Razón

António Calçada, presidente de la Cámara de Comercio e Industria Hispano-Portuguesa, analiza los retos y oportunidades del eje ibérico en un momento decisivo para Europa. Con una amplia experiencia en relaciones internacionales y desarrollo empresarial, defiende el papel estratégico de la Cámara como puente entre España y Portugal, y como motor de cooperación económica dentro del marco europeo.

¿Cuál es hoy el papel clave de la Cámara Hispano-Portuguesa?

Desempeña un papel fundamental como puente entre los ecosistemas empresariales de Portugal y España. Su misión es facilitar la cooperación económica, promover la internacionalización de las empresas y contribuir a una agenda europea común que se traduzca en planes concretos.

¿Qué objetivos estratégicos se ha marcado como presidente?

Uno de los principales objetivos es fomentar una coordinación efectiva entre las cámaras europeas en España, lo que permitiría abordar retos comunes con mayor coherencia. Desde la Cámara, se trabaja para dar voz a las necesidades reales del tejido empresarial, especialmente de las pymes y microempresas, que enfrentan dificultades particulares, sobre todo en las zonas fronterizas. Se busca facilitar soluciones prácticas y convertir a la Cámara en un agente facilitador de alianzas público-privadas, sin asumir funciones ejecutivas, pero con capacidad de influencia.

¿Qué balance hace de las relaciones comerciales entre España y Portugal?

En las últimas décadas, la relación comercial se ha transformado de forma profunda: ha pasado de una dinámica distante a una conexión fluida y cotidiana entre personas y empresas. España

es hoy el principal cliente y proveedor de Portugal, y la relación bilateral es sólida en términos tanto económicos como políticos. Aunque hay margen de mejora, especialmente en el escalado de proyectos conjuntos y en la cooperación en sectores estratégicos, el vínculo entre ambos países es más fuerte que nunca.

¿Qué sectores presentan mayor potencial de crecimiento conjunto?

Energía, logística y digitalización. Portugal y España tienen la capacidad de desempeñar un papel clave en la autonomía energética europea, gracias a sus recursos y posicionamiento estratégico. Ambos países también destacan por su infraestructura portuaria y aeroportuaria, que los convierte en puerta de entrada a Europa. A esto se suma el potencial de la transformación digital, que puede mejorar la competitividad y eficiencia. Si ambos países actúan con visión común, pueden posicionarse como un bloque fuerte dentro de la Unión Europea en ámbitos como sostenibilidad, defensa y transición ecológica.

¿Qué barreras enfrentan las pymes para internacionalizarse?

Las pymes suelen enfrentarse a la falta de recursos, desconocimiento legal o fiscal y ausencia de redes locales en los mercados internacionales. A diferencia de las grandes empresas, no pueden abordar solas el proceso de internacionalización. Las cámaras pueden cubrir ese vacío ofreciendo asesoramiento, facilitando contactos, ayudando en la búsqueda de talento y acompañando en la adaptación digital y sostenible. También es prioritario integrar al talento joven en estos procesos, para que participen activamente en la transformación empresarial y vean a las cámaras como aliadas.

¿Les preocupa la incertidumbre global y medidas como los aranceles?

Sí, porque la incertidumbre genera desconfianza, y esta paraliza decisiones de inversión. En este contexto, Europa se enfrenta a una encrucijada estratégica. La única salida posible es una agenda común sólida, con liderazgo y capacidad de ejecución. Las respuestas proteccionistas, como los aranceles, pueden ser tentadoras a corto plazo, pero terminan siendo perjudiciales para el comercio, la innovación y la competitividad.

¿Llegaremos a consolidar un mercado único europeo?

Dependerá de las decisiones que tomemos hoy. Europa ha convivido durante demasiado tiempo con vulnerabilidades como la dependencia energética, la fragmentación normativa o la falta de escala industrial. La guerra en Ucrania puso en evidencia estos puntos débiles. Ahora existe la oportunidad de gestionar Europa con visión estratégica y coordinación real. Si no se actúa de manera decidida, el continente corre el riesgo de perder relevancia en el tablero económico global.

¿Qué mensaje daría a quienes aún no ven a Portugal como un socio estratégico, y viceversa?

Es el momento de crear campeones ibéricos. La suma de las capacidades de Portugal y España puede generar un bloque mucho más competitivo, con presencia destacada en sectores como energía, infraestructuras, tecnología, agricultura o movilidad. Portugal puede ganar escala con el apoyo de España, mientras que España puede aprovechar la experiencia portuguesa en mercados como África lusófona. Si ambos países actúan como socios estratégicos reales, la Península Ibérica puede convertirse en un referente europeo y global.