
Energías renovables
El auge de las energías renovables abarata la electricidad: ya no se necesitan tecnologías más caras
El auge imparable de las energías renovables desata un efecto dominó en la factura de la luz, dibujando un futuro energético más asequible y verde

España está consolidando su posición como referente en la transición energética, abrazando con firmeza las fuentes de energía renovable. La apuesta decidida por la solar y la eólica ha transformado el panorama eléctrico nacional, proyectando al país hacia un liderazgo verde en el continente.
Este cambio de paradigma no solo se traduce en beneficios ambientales, sino que comienza a tener un impacto directo y palpable en la economía de los hogares y empresas. La creciente penetración de estas tecnologías limpias está demostrando ser una fuerza disruptiva capaz de redefinir la estructura de costes del mercado eléctrico.
Los datos recientes revelan una correlación evidente entre la mayor producción de energía sostenible y la evolución de los precios. Se vislumbra una nueva era energética donde la independencia de combustibles fósiles, más volátiles, podría ser una realidad cada vez más cercana para los consumidores.
El descenso histórico del precio eléctrico
Un análisis reciente aporta luz sobre cómo el incremento de la participación de las energías renovables ha generado un ahorro relevante en el mercado mayorista de electricidad. Se estima que el precio ha disminuido más de un 40% en comparación con lo que se habría pagado si la contribución renovable no hubiera superado los niveles de 2019, según apuntan desde Infobae. La producción de energía solar y eólica representó el 56% del total nacional en 2024, un salto considerable desde el 26% de hace un lustro.
Este fenómeno se explica por los costes marginales reducidos de las energías limpias. Al aumentar su presencia, desplazan a las tecnologías de generación más caras, como las centrales que utilizan gas natural, que históricamente marcaban los precios del mercado. De hecho, se han registrado horas con precios nulos o negativos, algo impensable hace apenas seis años y que se observó en el 15% de las horas a principios de 2024.
Las perspectivas prometedoras no terminan aquí. De acuerdo con las proyecciones del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), los precios mayoristas podrían experimentar una reducción adicional del 50% para el año 2030, siempre que los factores externos, como el coste del gas, se mantengan estables. Las renovables, además, han ejercido un efecto amortiguador vital frente a la escalada de precios provocada por la coyuntura geopolítica reciente.

Es importante matizar que el precio del mercado mayorista no se traslada directamente a la factura final del consumidor. En esta influyen factores adicionales como los márgenes de las comercializadoras, peajes y cargos, y el sistema marginalista actual sigue haciendo que las tecnologías más costosas, como los ciclos combinados, definan el precio diario.
A pesar de la dependencia histórica de España del gas para su generación eléctrica, que introduce inestabilidad en los precios, las renovables ofrecen una estabilidad esencial. Contribuyen a equilibrar las tarifas, especialmente durante las horas de mayor radiación solar, reduciendo las grandes variaciones entre el día y la noche.
Para maximizar el impacto positivo en el consumidor, expertos abogan por soluciones innovadoras. Proponen reducir progresivamente la presencia de combustibles fósiles en el mercado, impulsar el autoconsumo y, fundamentalmente, aumentar la capacidad de almacenamiento energético mediante baterías. Reformar el sistema de fijación de precios para que refleje fielmente los costes reales de producción es una medida clave para que el beneficio de las renovables llegue a todos, especialmente a los más vulnerables.
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