
Energía
Las borrascas tumban el precio de la luz por debajo de los 30 euros
Las renovables satisfacen un 80% de la demanda, lo que fuerza paradas nucleares al no poder competir. El precio del recibo rondaría los 26 euros a mitad de mes

Los vientos soplan favorables para abaratar el recibo eléctrico y el del gas, íntimamente ligados, en el arranque de la primavera, siempre benigna con los hogares.
Con las renovables superando una cuota de generación del 80% y la fotovoltaica asumiendo cerca del 46% de la demanda –seguida de la eólica (22,5%) y la hidráulica (8,87%) a mediodía de ayer, según los datos en tiempo real de Red Eléctrica– los precios de la luz se hunde a cero e incluso entran en terreno negativo.
La culpa la tienen las borrascas que alimentan la eólica y la creciente irradiación en los paneles solares con el fin del invierno. Y también el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. Sí, porque desde que se desató la guerra arancelaria los precios del gas natural –que utilizan los ciclos combinados para generar electricidad y respaldar al sistema en los días sin viento y poco sol– se han abaratado casi un 40% desde los 57 euros que marcaron en el pico de febrero hasta los 35 euros el megavatio hora al que cotiza ahora el gas en el mercado holandés.
Con este cóctel, el precio del megavatio hora en el mercado mayorista español está por debajo de los 30 euros (26,2 hasta hoy) en lo que va de mes y todo apunta a que se mantenga en ese margen, de acuerdo con las predicciones meteorológicas. En estas condiciones, ante la elevada generación renovable originada por la sucesión de borrascas, las nucleares han quedado borradas del mercado eléctrico.
A mediodía de ayer, apenas aportaban el 6% de la estructura de generación. Esto ha llevado a la parada programada de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz, a la que se ha sumado la de Cofrentes, ya que la carga fiscal operativa de las centrales, que supone más del 75% de sus costes variables, hace «inasumible» la viabilidad económica de la producción, según indicaron los responsables de las centrales.
Con todo, el recibo de la electricidad de un hogar medio acogido al Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) ronda a mitad de mes de abril los 25,9 euros, lo que supone un descenso cercano al 20% con respecto al mismo periodo del mes de marzo, cuando se situó en torno a los 32,2 euros, según el simulador de la factura de la electricidad de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).
Sin embargo, a pesar de la caída de los precios, la factura es aún un un 22% más cara que hace un año, cuando alcanzó unos 21,2 euros.
En comparación con el año anterior, la luz sigue subiendo con fuerza como viene ocurriendo desde noviembre. Aún así, la subida de abril es bastante menor que la de meses como febrero, cuando alcanzó el 60%. De hecho, en marzo ya se atenuaron las subidas con un incremento del 27,5%.
En términos mensuales la luz vuelve a bajar tras hacerlo en marzo un 18,3%, después de que febrero marcara el récord desde 2022. Antes, bajó por última vez en septiembre.
La nueva PVPC que entró en vigor en 2024, tarifa que sigue siendo exigida para acogerse al bono social, incorpora una prima de riesgo para cubrir a las compañías comercializadoras ante la posibilidad de que los precios sufran grandes subidas con respecto al coste al que fueron contratados con anterioridad.
El grueso de la reforma es que la nueva fórmula de cálculo del PVPC incorpora una «cesta de precios» a medio y largo plazo para evitar las fuertes oscilaciones, sin perder las referencias de precios a corto plazo que fomentan el ahorro y el consumo eficiente.
De hecho, mantiene los horarios de las tarifas punta, llano y valle. Para evitar fuertes oscilaciones del precio, el nuevo sistema reduce progresivamente la vinculación del PVPC al mercado diario teniendo en cuenta los precios más estables que ofrecen los mercados a plazo, donde se adquiere energía con antelación.
De esta manera, la proporción de vinculación con el precio del «pool» se irá reduciendo, para incorporar las referencias de los mercados de futuros, de modo que éstos representen el 25% en 2024, el 40% en 2025 y el 55% a partir de 2026. Estas referencias de precios a los mercados a plazo, a su vez, estará integrada por una cesta de indicadores con distinto horizonte temporal.
En concreto, el 10% corresponderá al producto mensual, el 36% al producto trimestral y el 54% al producto anual. Dicha evolución del precio de la luz se corresponde con la factura de un consumidor medio con una potencia contratada de 4 kW y una demanda anual de 3.240 kilovatios hora (kWh). En marzo, la factura resultó un 2,9% más cara con esta metodología que si se hubiera calculado con el método anterior, que solo tenía en cuenta la cotización en el mercado diario.
De hecho, según un informe de Papernest, el coste de la electricidad se ha disparado un 146% desde 2010.
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