Energía eléctrica
Consejos para encarar el invierno sin sobresaltos
El invierno ha llegado de golpe. Después de largos meses de calor que parecían no tener fin, las temperaturas se han desplomado en buena parte de la península y hemos pasado de la manga corta a las chaquetas polares.
Esa bajada de las temperaturas tiene una consecuencia directa: la puesta en marcha de la calefacción y el consiguiente aumento del consumo de energía. El inevitable incremento del gasto espanta a la mayoría de consumidores. Las facturas en luz y gas se disparan, por lo que hace falta tomar cuanto antes algunas medidas de ahorro.
¿Qué podemos hacer para afrontar el invierno sin temor a sobresaltos?, ¿cómo podemos reducir el consumo de energía y mantener a la vez el nivel de confort?
Un repaso a las tarifas eléctricas
Una de las mejores medidas para ahorrar en las facturas es prestar atención a las ofertas en electricidad. A menudo no hacemos caso de las campañas publicitarias, pero vale la pena dedicarles unos minutos porque pueden representar un verdadero ahorro.
Un ejemplo lo encontramos en la tarifa Tempo Happy de Endesa, que permite disfrutar de dos horas de consumo de electricidad gratis al día o bien de un día completo a la semana. El mecanismo es fácil, basta con elegir la franja del día que más nos convenga y comunicarla a la compañía. Podemos aprovechar esas dos horas para realizar las tareas que consumen más energía, como poner lavadoras y secadoras, encender el calentador eléctrico o conectar el lavaplatos.
Si no tenemos claro qué franja horaria elegir, podemos hacer una valoración de la tarifa estudiando nuestro comportamiento rutinario. Según las estadísticas, el mayor consumo de energía de los españoles se concentra entre las 21 y 23 horas, que es cuando toda la familia se encuentra ya en el hogar.
Comprobar el aislamiento de la casa
Buena parte de la energía calorífica de los hogares se pierde por culpa de unos aislamientos deficientes. Ventanas que cierran mal, correderas por las que entra el aire frío, parte baja de las puertas... todas estas situaciones hacen que perdamos calor y que tengamos que aumentar grados de la calefacción para conseguir una temperatura confortable.
Si tiene previsto cambiar ventanas, elija sistemas que garanticen un buen aislamiento térmico o bien coloque burletes de goma para impedir el paso del aire por las juntas. Podrá llegar a ahorrar hasta un 30 % en la factura.
Mantenga la casa a una temperatura de 21 grados
Para mantener controlado el gasto, es fundamental no excederse en la temperatura. Lo ideal es mantener el termostato en 20 o 21 grados y abrigarnos un poco en casa si notamos sensación de frío.
A efectos de ahorro, es recomendable no apagar la calefacción del todo cuando estemos fuera del hogar. Los equipos de calefacción realizan un esfuerzo energético muy grande para calentar una casa fría, por lo que es conveniente mantener el sistema encendido en unos 15 ó 17 grados.
Cuidado con la ventilación
Para ventilar la casa correctamente, tan solo es necesario abrir ventanas 10 minutos al día. Si lo hacemos durante más rato, perderemos todo el calor y habrá de invertir más energía en recuperar grados.
Otra medida recomendable es cerrar bien persianas y cortinas cuando el sol desaparezca. De esta manera, impediremos que el frío penetre en las casas.
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