El consumo familiar sostiene el crecimiento en el primer trimestre

El PIB avanza un 0,8% entre enero y marzo y se crean 532.000 empleos en un año. España, el país que más crece entre las potencias de la UE

La economía española se está beneficiando de los vientos de cola, pero no es inmune tampoco al temporal que le llega de frente en forma de incertidumbre política, los vaivenes de China o las turbulencias que está registrando el precio de petróleo, que vuelve a superar los 50 dólares el barril después de medio año. El Instituto Nacional de Estadística (INE) constató ayer que el crecimiento se mantiene. Lo hace entre enero y abril un 0,8%, el mismo porcentaje registrado en el último trimestre de 2015, muy por encima del resto de las potencias de la UE. Y el responsable directo de que la tasa de subida se mantenga es el consumo de las familias, disparado pese a las trabas bancarias para la concesión de crédito y a las dudas sobre el futuro político, acrecentadas por la convocatoria de nuevas elecciones generales.

De acuerdo con los datos desgranados, las familias gastaron un 0,9% más entre enero y abril frente al trimestre anterior. Por su parte, el gasto de las administraciones públicas subió sorprendentemente un 0,8%, frente al alza del 0,4% registrada entre octubre y diciembre, y lo hizo pese a la caída de la llamada formación bruta de capital fijo, conocida más popularmente como «inversión», partida que se elevó apenas un 0,4%, frente al 1,1% registrado a finales de año.

De acuerdo con los datos del INE, entre enero y abril se observa una menor aportación de la demanda nacional al crecimiento económico (3,8 puntos frente a los 4,1 del trimestre anterior), pero también se registra una aportación menos negativa a la economía de la demanda externa (-0,4 puntos frente a -0,6).

En lo que respecta a la demanda nacional, el INE desvela que el gasto en consumo final de los hogares ha experimentado un crecimiento anual del 3,7%, dos décimas superior al del cuarto trimestre, «como consecuencia del comportamiento conjunto de los distintos tipos de bienes y servicios que lo integran». Por su parte, el gasto en consumo final de las administraciones públicas presenta una variación anual en volumen del 2,6%, lo que supone 1,1 puntos menos que en el trimestre precedente, cuando la tasa alcanzó el 3,7%.

Influencia inexistente

El conjunto de estas estadísticas llevó ayer al ministro de Economía en funciones, Luis de Guindos, a pronosticar que la influencia de la política en el PIB del país es todavía inexistente. Según dijo, «no se ven señales importantes de desaceleración económica» en lo que llevamos de año, con lo que el avance de la economía entre abril y junio «será muy similar al del primer trimestre». En este sentido, De Guindos explicó que «haciendo hipótesis prudentes, y salvo debacle», la economía española crecerá «en el entorno del 3% este año, por encima de la previsión del 2,7% que se incluía «de forma muy cauta» en el último programa de estabilidad.

En la misma línea se manifestó el presidente del Gobierno en funciones, Mariano Rajoy, quien aventuró que España podría crecer al 3% este año, frente a la previsión inicial, enviada a Bruselas, del 2,7%. Rajoy mostró, no obstante, su preocupación por el menor crecimiento que está experimentando el sector de la construcción «debido a la incertidumbre política» y a la paralización de obras en algunos ayuntamientos.

Confianza

No obstante, el presidente del Gobierno en funciones expresó su confianza en que el sector crecerá como los restantes de la economía «cuando se normalice la situación». A la vista del conjunto, Rajoy animó a «trabajar intensamente de cara al futuro».

Con relación a estos datos, el INE revela que la inversión en construcción creció el 3,1% anual, 1,5 puntos menos, como consecuencia del comportamiento agregado de la inversión en vivienda y en otros edificios y construcciones.

Las estadísticas sobre la contabilidad nacional muestran también el buen comportamiento que está experimentando el empleo en España, al calor del crecimiento del 0,8% que registró la economía en el primer trimestre. En términos de puestos de trabajo equivalentes a tiempo completo, el empleo registró una variación trimestral del 0,9%, tres décimas superior a la registrada en el trimestre anterior. En términos anuales, el empleo creció el 3,2%, dos décimas por encima del dato del trimestre precedente, informa Efe. Esto supone un incremento neto de 532.000 empleos equivalentes a tiempo completo en un año.

Por su parte, la remuneración de los asalariados cayó del 4,3% al 3,2% en tasa anual en el primer trimestre, debido a que el número de asalariados aumentó el 3,5% frente al 3,3% del trimestre anterior, y a que la remuneración media por asalariado descendió el 0,3% frente al alza anterior del 0,9%.

Los flujos comerciales

Las reacciones ante todos estos datos no se hicieron esperar. La CEOE alertó de cierta tendencia a la desaceleración en la inversión, especialmente en la construcción, y recalcó que el entorno exterior de incertidumbre está afectando a los flujos comerciales de bienes y servicios. Por su parte, la Cámara de Comercio subrayó la evolución «tan favorable» de la economía, «a pesar del entorno de incertidumbre política».

Desde el lado sindical, UGT advirtió de que el crecimiento de la economía convive con un incremento «alarmante» de las desigualdades sociales y laborales, ya que, a juicio de esta organización, la evolución del PIB «no se tralsada a los ciudadanos y a los trabajadores», según expuso en un comunicado.