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De Guindos replica que Rato dimitió pero que al día siguiente se arrepintió

Recuerda que la entidad compró acciones de forma irregular días antes de su marcha.

El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, comparece en la Comisión de investigación de la crisis financiera y rescate bancario, hoy en el Congreso de los Diputados de Madrid
El ministro de Economía, Industria y Competitividad, Luis de Guindos, comparece en la Comisión de investigación de la crisis financiera y rescate bancario, hoy en el Congreso de los Diputados de Madridlarazon

Recuerda que la entidad compró acciones de forma irregular días antes de su marcha.

Luis de Guindos dio ayer cumplida respuesta a las acusaciones que lanzó contra él Rodrigo Rato la semana pasada en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera y el rescate de las cajas de ahorros. De Guindos aprovechó su comparecencia en el mismo foro para desmentir que forzara la dimisión de Rato y asegurar que fue el propio exministro el que presentó su renuncia el 4 de mayo de 2012. Según el relato de De Guindos, el expresidente de Bankia se marchó por tres razones: porque sabía «lo que se le venía encima»; porque presentó las cuentas sin auditar, algo que calificó de «inaudito»; y porque sabía perfectamente que de forma muy rápida se iba a acometer la nacionalización de Bankia. «Y la primera conclusión evidente de una nacionalización es el cambio del equipo directivo», añadió.

Siempre según De Guindos, un día después de que le comunicara su renuncia, Rato le llamó para pedirle seguir al frente de Bankia hasta la siguiente junta de accionistas. «Ahí sí le dije que no podía seguir, que ya había presentado su dimisión a la CNMV y que tenía que irse». Tal vez, dijo De Guindos, es esta segunda llamada la que ha llevado a Rato a acusar al ministro de forzar su marcha de Bankia.

Planes de ajuste

Antes de la dimisión de Rato, De Guindos afirmó que el entonces presidente de Bankia «planteó varias operaciones de fusión con diversas entidades» pero «que «ninguna de éstas se concretó». Además, desmintió también que antes de su marcha de Bankia el Banco de España hubiera aprobado los planes de ajuste presentados por Rato.

La andanada de De Guindos contra Rato siguió con el recordatorio de que en 2016, la CNMV sancionó a Bankia con una infracción grave por «prácticas de manipulación del mercado en relación con sus acciones propias». Estos hechos tuvieron lugar en las semanas previas a la marcha de Rato cuando, según el regulador bursátil, se excedieron de forma clara y frecuente los límites legalmente establecidos respecto de la negociación de las acciones propias, incrementándose de forma muy notable la autocartera de la entidad. El ministro de Economía concluyó su respuesta a Rato asegurando que fue la UE, y no José Ignacio Goirigolzarri, presidente de Bankia, quien fijó la cuantía del rescate de la entidad.

Antes de arremeter contra Rato, De Guindos cargó contra la gestión de la crisis que hizo José Luis Rodríguez Zapatero. Según aseguró, pese a las «señales alarmantes y aunque la crisis había estallado varios meses antes, no fue hasta finales de 2008 cuando se empezaron a tomar medidas». Estas actuaciones, recordó De Guindos, se concretaron, en el caso de las cajas, en la inyección de 23.000 millones y en esquemas de protección de activos por 24.301 millones. En paralelo, se aprobó el Plan E para invertir 50.000 millones en obra pública. Sin embargo, dijo el ministro, ambas actuaciones no fueron más que «parches insuficientes». «Que tres de las entidades que habían recibido dinero público en 2010 –Bankia, Catalunya Caixa y Caixa Galicia– presentaran problemas de solvencia meses más tarde es prueba irrefutable, a mi juicio, de que hasta ese momento el Gobierno no había entrado a resolver el problema de fondo», dijo.

Esta serie de decisiones para el ministro erróneas dejaron al país en una compleja situación de «crisis fiscal, financiera y económica, con una importante pérdida de competitividad y fuertes desequilibrios macroeconómicos». Para revertirla, a partir de 2012, el Gobierno «arrojó luz sobre la situación de las cuentas públicas y financieras, aprobó reformas clave en el ámbito fiscal, financiero y laboral; lidió con los embates de los mercados financieros y superó la amenaza de un rescate total de la economía».