«Europa nos ha dado mucho y Syriza nos ha hundido más»

Las 19:30 en Atenas. En la plaza Syntagma, delante del Parlamento heleno, símbolo de las protestas contra la austeridad, unos 20.000 manifestantes, según la Policía, se concentran para pedir el «no» en el referéndum. En el cielo hondean banderas violetas de Syriza y sostienen pancartas con diferentes versos, pero siempre destacando el «OXI» («no» en griego).

Para Dimitris Koutsoulakis, de 37 años, «ahora es el momento de plantarse ante Europa», en referencia a los cinco años de crisis e imposiciones de la troika. Muchos de los presentes, como la joven Ioanna Chrisi, en cambio, quieren «una postura más dura de Tsipras frente a los acreedores, sin importar las consecuencias». Suena una banda sonora que anima al personal y pone a bailar a más de uno.

A escasos metros

Al salir de todo el meollo ya se empieza a escuchar la megafonía de la protesta por el «sí», a escasos metros en el mismo centro de la capital. Al grito de «Grecia, Europa, Democracia» también unas 20.000 personas, según la Policía, se congregaron en frente del antiguo Estadio Olímpico de Atenas para pedir el «sí» en el referéndum de mañana. «No sólo un ‘‘sí’’ al acuerdo, sino al euro y a Europa», como indica Yannis Kochilas, un joven de 34 años. También los cánticos piden el «sí al euro».

Para el joven, «no hay otra solución viable», o al menos «este Gobierno (izquierdista) no la tiene». Yannis reconoce que al principio estaba ilusionado con la idea de tener un Ejecutivo con caras nuevas, pero que le han «defraudado» porque «han hundido al pueblo más de lo que estaba».

A pesar de esas críticas, en la hora que pasamos en la protesta no escucha ningún grito en contra del primer ministro, Alexis Tsipras, ni en contra de Syriza. Según algunos de los presentes, «porque queremos la unidad de los griegos, no importa sus ideales». Otro detalle fue que, a diferencia de otras protestas proeuropeístas, esta vez hondean menos banderas de la Unión Europea (UE), que ahora se han cambiado por unos papeles multicolor donde se lee «NAI» («sí», en griego) y en pequeño «sí a Grecia, sí al euro».

«Europa nos ha dado todo, incluso dinero cuando lo hemos necesitado, no podemos irnos», asegura Anna Tavalas, una jubilada que recuerda el periodo en la Unión Europea como la mejor época para Grecia en su vida, «a pesar de la crisis». Algunos se emocionan al escuchar los cánticos, porque entienden que Grecia se juega su futuro. En 1896 en ese mismo lugar se celebraron los primeros Juegos Olímpicos modernos. Un acontecimiento histórico, para muchos tan grande como la cita de mañana ante las urnas.

Los partidarios del «sí» ganan por poco

El «sí» al acuerdo con los acreedores lidera ligeramente frente al «no» en las encuestas sobre el referéndum que se celebrará mañana. Según una encuesta del instituto demoscópico Alco para el periódico «Ethnos», el 44,8% de los griegos respalda el «sí» y apoya por tanto la propuesta de los acreedores, frente al 43,3% que lo rechaza. El porcentaje de indecisos alcanza un 11,8%. Una abrumadora mayoría del 74% de los ciudadanos es partidaria de que Grecia continúe en el euro, frente a un 15% que preferiría volver al dracma. Ligera ventaja para el «sí» da también la empresa Alco en su trabajo para el diario «Proto Thema»: el 41,7% de los griegos votarían «sí» al acuerdo y el 41,1%, «no». En esta encuesta, un 10,7% se declara indeciso. El único sondeo que da ventaja al «no» es el realizado por el instituto demoscópico Public Issue para el diario «Avgi», el órgano de Syriza. Según esta encuesta, el 43% de los griegos respaldan el «no» y el 42,5 % apoya el «sí».