Gran apagón

Después del gran apagón de hoy, ¿podemos permitirnos cerrar las nucleares?

El corte de luz generalizado registrado este lunes se ha producido justo cuando tres de los siete reactores españoles están sin actividad

Economía.- Almaraz para sus reactores al no poder competir con las renovables por las borrascas y la "alta fiscalidad"
Central nuclear de Almaraz Europa Press

El gran apagón vivido este lunes en toda España podría no ser el único de los próximos años. En pleno debate sobre el cierre de las nucleares y el riesgo que conlleva para el suministro eléctrico, el corte de luz generalizado registrado hoy se ha producido justo cuando tres de los siete reactores españoles están sin actividad. En concreto, Almaraz I y Cofrentes están este lunes en parada fría y Trillo en recarga.

Según el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), todas las centrales nucleares españolas (Almaraz I y II, Ascó I y II, Cofrentes, Trillo, Vandellós II) cerrarán de forma escalonada 2027 y 2035. Este plan podría poner en riesgo la estabilidad del suministro eléctrico, aumentar la dependencia de combustibles fósiles y reducir la competitividad del sector energético nacional.

Los gestores de redes de transporte de electricidad europeos (Entso-e), que incluyen los criterios de Red Eléctrica, aseguran en su informe de 2024 que el riesgo de apagones en España se va elevar significativamente en 2028, coincidiendo con el cierre de los dos reactores de la central nuclear de Almaraz, los primeros en apagarse a finales de 2027 y 2028.

En detalle, el riesgo es mayor en el corto plazo (2026), con cuatro horas con riesgo de apagón, y en el medio (2028), donde sube a 4,83 horas al no contarse con el respaldo de la central nuclear de Almaraz. En el largo plazo, los valores se aproximan a cero en 2030 (0,28 horas) y repuntan levemente en 2035 (0,54 horas), todo ello teniendo en cuenta el cumplimiento de los objetivos del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima.

Esta situación se genera por la considerable cantidad de ciclos combinados de gas que "pueden ser económicamente inviables", una situación que el informe Eraa ya había detectado en los informes de 2022 y 2023. En concreto, 9,2 gigavatios de ciclos combinados "no serían económicamente viables en el horizonte 2026-2035. La pérdida de esos 9,2 GW de ciclos combinados forzaría a cumplir a rajatabla el objetivo de disponer de 22 GW de almacenamiento para renovables en 2030 para evitar los riesgos derivados en el suministro.

El Ejecutivo prevé que el 81% de la generación sea renovable en 2030 (56,8% a cierre del 2024), pero este despliegue renovable está vinculado a la demanda, que no crece al ritmo necesario para alcanzar ese objetivo. Que el cierre de las nucleares sea inamovible mientras que el desarrollo de las energías renovables está abierto supone un gran riesgo. De esta manera, si las redes eléctricas y el almacenamiento no crecen lo suficiente para hacer frente al crecimiento de las renovables, garantizar el suministro energético sería un tarea más ardua, con mayores riesgos de apagón.

Según el informe "Nucleares para consolidar una transición energética limpia" realizado por la Unidad de Inteligencia de la consultora LLYC que dirige el ex ministro y ex presidente de Red Eléctrica, Jordi Sevilla, "si el almacenamiento no se despliega al ritmo esperado, la energía nuclear es la única fuente baja en carbono que puede cumplir una función de estabilizador similar al almacenamiento. La energía nuclear tiene la flexibilidad suficiente para aumentar o disminuir potencia en función de la penetración de renovables en cada momento concreto. Con la desaparición de la nuclear del mix, deberán ser otras fuentes con características similares (centrales de gas) las que cubran la intermitencia de las renovables y aporten la inercia necesaria, aumentando las emisiones de carbono", recoge el informe .

Pero incluso en el caso de que se cumpliesen en el año 2030 todos los objetivos planteados en el PNIEC, "las energías renovables cubrirían un 81% de nuestro mix. El restante 19% debería seguir siendo cubierto por otras fuentes de energía, entre las que cabría incluir la energía nuclear", añade. Así, para asegurar la transición limpia, segura y justa se propone "extender la vida útil de las centrales nucleares diez años" y revisar la carga fiscal sobre las instalaciones nucleares.