
Deuda pública
Deuda, SMI y la Ley Campoamor
La «Ley Campoamor» se utiliza para señalar a un jefe que aplica leyes a su albedrío y la deuda pública y el Salario Mínimo Interprofesional son dos ejemplos de esta norma

Ramón de Campoamor (1817-1901) en sus «Doloras» escribe: «Y es que en el mundo traidor/nada hay verdad ni mentira:/todo es según el color/del cristal con que se mira». Los versos hicieron tanta fortuna que, enseguida, se acuñó la expresión «Ley Campoamor». En la Administración Pública española, en su momento, se utilizó con frecuencia para señalar a un jefe que interpreta, aprecia o aplica leyes y reglamentos a su albedrío, sin que coincida con la opinión general o la costumbre habitual. En esos casos se decía que esa persona –también un Gobierno– aplica la «Ley Campoamor». La deuda pública y el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) son dos ejemplos actuales de la vigencia de esa norma, aunque ya no sea muy conocida, sobre todo por ignorancia histórica de quienes más se aprovechan de ella. El lunes, el Banco de España, publicó que la deuda de las Administraciones Públicas alcanzó a finales del primer trimestre de 2025 los 1,66 billones de euros, nada menos que casi 53.000 millones más que al final del mismo trimestre del año anterior. La cifra, por supuesto, es otro récord que, con bastante probabilidad, se superará en los próximos meses. Esa inimaginable cantidad, por otra parte, representa el 103,5% del PIB, 2,8 puntos menos que un año antes, lo que le permite al Gobierno decir que ha reducido la deuda. Es una media verdad porque, con respecto al trimestre anterior, también en porcentaje la deuda ha subido 1,7 puntos. La «Ley Campoamor» en todo su esplendor.
Algo muy similar ocurre con el SMI, que ahora está fijado en 1.184 euros brutos por el Gobierno. Un estudio de Fedea, publicado el lunes, sobre la subida del SMI a 900 euros en 2019 expone que afectó a todos los trabajadores de empresas con menos de cinco empleados, es decir, la inmensa mayoría de las españolas. Supuso además que bastantes empresas sustituyeran empleo mejor pagado por el cubierto por el SMI y, por otra parte, redujo en 4,5 puntos la creación de empleo. El Gobierno, sin embargo, presume de que cada vez más trabajadores perciben el SMI, pero calla que otros muchos podrían ganar más si no hubiera subido tanto. Es la «Ley Campoamor», «todo es según el color/ de cristal con que se mira», como escribió Campoamor.
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