Fondos europeos

¿Dónde está el dinero de la UE?

La mayor parte de los fondos europeos se quedan en el entorno público

El ministro de Economía, Carlos Cuerpo, tras la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, éste miércoles en el Congreso.
El ministro de Economía, Carlos CuerpoMariscal EFE

Los sucesivos Gobiernos de Pedro Sánchez son especialistas en maniobras de distracción. En eso cosechan importantes notas. Tanto en lo político como en lo social y, por supuesto, en la vertiente económica. La semana pasada el actual inquilino de La Moncloa se fue hasta el Valle de los Caídos para intentar desviar la atención de otros «asuntillos» relacionados, por ejemplo, con las actividades de su mujer. El pasado jueves se despacharon en la reunión del Consejo de Ministros con la supresión de los visados de oro tras la compra de un inmueble por encima de un determinado valor y lo quisieron presentar como una solución al problema de la vivienda y de sus elevados precios. La verdad es que hay que ser muy creyente de su credo para tragarse semejante tesis. Pero, como sirve para enredar y desviar la atención, pues bienvenido sea. Mientras tanto, no se habla de otro «asuntillo», escrito con toda la ironía posible, como es la distribución de ese «porrón» de dinero que llega (o debería llegar) de Bruselas, en el marco del Plan de Recuperación que se aprobó para contribuir a la salida de la crisis provocada por la pandemia.

A fecha de hoy sigo sin conocer a algún autónomo o pequeño y mediano empresario que haya recibido un solo euro de esos fondos, que mucho me temo se quedan en manos de las distintas Administraciones o empresas y organismos públicos. No afirmo que ese dinero no esté llegando a los bolsillos de esos agentes económicos, a los que, por otro lado, brean a impuestos. Lo que digo es que no conozco a algún beneficiario. Puede que haya muchos de mi entorno que hayan decidido «pasar» de esos fondos europeos por la complejidad burocrática que supone pedirlos. Esa es una posible explicación. Otra es que sí se hayan beneficiado de esos «dinerines», pero no quieran decirlo. En cualquier caso, mucho me temo que, por los diversos informes que salen publicados cada dos por tres sobre la ejecución y el reparto de esos fondos, la mayor parte de los mismos se quedan en el entorno público. Por ejemplo, he visto algunos carteles con obras para la reparación de puentes y caminos en el medio rural. Pero, llegar a los autónomos y pequeñas empresas, más bien poco.