Tecnología

«El ejecutivo español es muy bueno, aunque le falta más mentalidad internacional»

Joan Carles Rubio es Director general de Delta Dore España
Joan Carles Rubio es Director general de Delta Dore Españalarazon

El directivo número uno de esta compañía en España se considera un emprendedor «con espíritu y alma tecnológicos». Ingeniero de Telecomunicaciones, se dedicó muchos años a las actividades intrínsecas a su especialidad. Sin embargo, en un momento dado, Joan Carles Rubio quiso darle una nueva orientación a su trayectoria profesional. «Mi pretensión era volcarme en desarrollar más un área de negocio», añade.

– ¿Se atreve a calificar el nivel del «management» en España?

– Por supuesto. Es bueno, muy bueno. Quizá le falte más mentalidad internacional. Identifico dos niveles, uno de altura en las «start-ups» y en las iniciativas emprendedoras, así como en las tradicionales, y uno excelente en las multinacionales.

– Si compara a nuestros directivos con los de otros países...

– Es difícil generalizar, pero son notables. Actualmente tengo contacto con directivos de muy diversas nacionalidades y, ciertamente, no tenemos nada que envidiarles.

– ¿En qué son más apreciados?

– Son muy considerados por su imaginación y su creatividad, lo que les lleva a trabajar con los recursos disponibles y a proyectarlos en circunstancias difíciles. Un ejemplo es la crisis que ha vivido este país. Lo veo en mi propia experiencia. Pasamos años difíciles, hicimos sacrificios de personal y hemos conseguido remontar la situación hasta el punto de encontrarnos mejor que en 2008.

– ¿Los trabajadores españoles se ponen la camiseta de su empresa sin titubeos?

– Han hecho un esfuerzo inmenso en momentos durísimos y han mantenido su compromiso incluso en las circunstancias dolorosas de recortar plantilla. El «engagement» sigue siendo alto, aunque depende de las generaciones. No obstante, en estos malos tiempos hemos visto cómo valores que muchos tenían predeterminados han cambiado. Por ejemplo, hoy se detecta mucho más afán de superación, capacidad de reinventarse, inconformismo, disposición a rehacer equipos...

– ¿La domotización avanza a buen ritmo o sólo progresa adecuadamente?

– Estamos en un cambio de tendencia. Hasta hace dos años, estaba estancada. La salida del bache en estos últimos dos años está poniendo de relieve un sector muy dinámico, al tiempo que un interés creciente del público. Precisamente, por esta razón decidimos abrir un espacio como éste, un «concept home» en Barcelona (donde tuvo lugar la entrevista) que permite dar a conocer sus aplicaciones y ventajas.

– Llama la atención que Delta Dore esté en 40 países y que una de las única cuatro «concepts home» se halle en España... – La nuestra es una de las filiales más antiguas del grupo. Cuenta con una de las experiencias comerciales más fuertes fuera de Francia y ha tenido una evolución positiva como resultado de un gran esfuerzo. Es uno de los mercados importantes y con gran potencial.

– ¿La casa conectada está al alcance de todos o sólo de quienes tienen posibles?

– Estamos viendo, cada día más, soluciones que hacen que la tecnología esté al alcance de una muy buena parte de la población. No hay porqué digitalizarlo todo. Se deben establecer prioridades y apostar por ellas. Se puede empezar por reducir consumos en calefacción, lo que puede costar unos 300 euros. No es, desde luego, una tecnología prohibitiva.

– ¿Por qué no está tan extendida?

– La crisis la ha frenado, sin duda, pero existe una amplia falta de información sobre estas tecnologías. El desarrollo de la vivienda conectada está vinculada al móvil, y al hecho de que prácticamente todo el mundo tiene un «smartphone».

– ¿Están más conectadas las oficinas y la industria?

–Las oficinas de nueva construcción ya parten con sistemas de control y conectividad con una orientación más profesional centrada en el ahorro energético, el mantenimiento, la seguridad... que posibiliten una reacción rápida cuando se produce un contratiempo.

– ¿Estamos lejos de la casa inteligente?

– Ése es el siguiente paso. La casa inteligente ya no sólo va a controlar, sino que va a detectar nuestras necesidades energéticas, de comodidad, de seguridad... Es una tendencia que exige dar pasos muy sofisticados, pero que, sin duda, ya está ahí.

– ¿La conexión total es una realidad en las nuevas construcciones o sólo en las de un determinado nivel?

– El Código de Edificación Técnica exige para cualquier nueva vivienda un nivel de conectividad muy exigente. El problema es el parque instalado de viviendas, que tiene muchos años encima.

– ¿Pensar en la conectividad total es una quimera o s una posibilidad?

– Se hará vía móvil. El 5G será decisivo.

– ¿A qué dedica más tiempo actualmente: a vender o a evangelizar sobre la casa conectada?

– Las dos cosas. El «concept home» tiene esa función y la de vender, posteriormente. Es un espacio de demostración abierto a profesionales y particulares.

Más de 150 millones

Se define como una empresa especializada en diseñar productos y sistemas innovadores enfocados al confort y el ahorro energético en todos los edificios y viviendas. O lo que es lo mismo, desarrolla soluciones domóticas punteras de uso fácil, fiables, abiertas y evolutivas. Delta Dore, con 47 años de vida –en España lleva 30 años– y sede central en Bretaña, posee ocho filiales comerciales en Europa y Asia. Factura más de 150 millones de euros y cuenta con una plantilla de 820 profesionales. La fabricación de sus productos es cien por cien francesa y sus dos fábricas producen cuatro millones de productos al año.

EL PERFIL

Joan Carles Rubio es un directivo polivalente. Tiene al mismo tiempo espíritu tecnológico y espíritu comercial. Cuando habla de la crisis, se le acusan en la cara ciertas huellas de sufrimiento. «Pero ya hemos salido», comenta. Dedica mucho tiempo a explicar qué es una casa conectada y que la domotización no es ciencia ficción. Ingeniero de Telecomunicaciones por la Universitat Ramon Llull, máster of Engineering, Electrical, Electronics and Communications Engineering por la Universitat Politècnica de Catalunya y MBA por la Rotterdam School of Management.