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El FMI se cobra la crisis catalana

En el conjunto de la zona euro, el FMI ha elevado las previsiones hasta el 2,2 % para este año y hasta el 2 % el próximo, en ambos casos tres décimas más

Christine Lagarde
Christine Lagardelarazon

Convierte a España en la única gran economía a la que no sólo no mejora la previsión de crecimiento sino que se la baja una décima este año, al 2,4%, por la «incertidumbre política».

La crisis catalana sigue pasando factura a la economía de toda España. Así lo atestiguó ayer el Fondo Monetario Internacional (FMI), que no sólo excluyó a España de una subida generalizada de las perspectivas de crecimiento para las economías más avanzadas sino que le restó una décima este año. La riqueza nacional crecerá un 2,4%, todavía por encima de Alemania, a la que ni siquiera una subida de medio punto respcto a las previsiones de octubre pasado, hasta un 2,3%, le sirve para crecer más que España. De hecho, salvo Estados Unidos, cuyas medidas fiscales podrían estimular la economía hasta el el punto de crecer un 2,7% durante este año, siempre que se resuelvan los problemas presupuestarios y los bloqueos políticos que padece la Administración Trump, es la única gran economía que seguirá creciendo más que la española.

El FMI atribuye muy especialmente la ralentización a cuestiones políticas. «El crecimiento en España, que se ha ubicado muy por encima del potencial, ha sido corregido ligeramente a la baja para 2018, como consecuencia de los efectos del aumento de la incertidumbre política en la confianza y la demanda».

En su informe anual sobre la economía española del pasado octubre, el FMI advirtió de que la «prolongada incertidumbre» en Cataluña «podría pesar sobre la confianza y las decisiones de inversión» en España, pese a las «fuertes perspectivas» de recuperación de la economía española. Pocos días después, en la presentación del informe de «Perspectivas Económicas Mundiales», el FMI instó al gobieno regional catalán a «no actuar de manera precipitada» ante una «preocupante situación de incertidumbre» por las tensiones políticas en esta comunidad autónoma. Pese a detectar estas amenzas, el FMI elevó levemente entonces las previsiones de crecimiento del PIB español hasta el 2,5%. Ahora, con este retroceso, el organismo se cobra la crisis catalana que no descontó en su anterior pronóstico económico.

Esta rebaja acerca estas previsiones a las del propio Gobierno español, que es, como de costumbre el menos optimista en elaborar vaticinios económicos. El Ejecutivo rebajó en el último Plan Presupuestario remitido a Bruselas la previsión al 2,3%, restando tres décimas por la incertidumbre generada en la región por el secesionismo más beligerante. Sin embargo, estas perspectivas podrían cambiar ya que, como han insinuado tanto el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, como el ministro de Economía, Luis de Guindos, todo depende de que regrese la estabiidad institicional a esta comunidad autónoma. En ese caso, según el Gobierno, se podría alcanzar por cuarto año consecutivo la barrera del 3% de crecimiento.

Pese a todo, la institución, que presentó sus proyecciones de enero en el marco del Foro de Davos, subió una décima la previsión de crecimiento de la economía española para 2019, hasta un 2,1%, aún por encima de las proyecciones de las principales economías de la eurozona y sólo superada, de nuevo, por EE UU pese a la temida ralentización.

En una comparecencia en la localidad suiza de Davos, el economista jefe del FMI, Maury Obstfeld, se mostró confiado en que la incertidumbre en torno a Cataluña «disminuirá», como demuestra la mejora de la nota para 2019. «El crecimiento en la eurozona beneficiará a España en 2019», explicó en declaciones recogidas por Efe en la localidad suiza. En el conjunto de la eurozona, el FMI elevó sus previsiones hasta el 2,2% para este año y hasta el 2% el próximo, en ambos casos tres décimas más, consecuencia de «un impulso más fuerte de la demanda interna y la mayor demanda externa».

El crecimiento mundial de 2017 se estima ahora en 3,7%; es decir, 0,1 puntos porcentuales más de lo previsto en otoño. A nivel general, pero especialmente en Europa y Asia, los niveles de crecimiento fueron «inesperadamente altos», resalta el documento y los datos superaron los pronósticos de otoño en 0,1 puntos porcentuales tanto en las economías avanzadas como en las de mercados emergentes y en desarrollo. Según el FMI, se prevé que el renovado ímpetu de 2017 se repita en 2018 y 2019, por lo que el crecimiento mundial ha sido revisado al alza, a 3,9%, en ambos años (0,2 puntos porcentuales más de lo pronosticado en otoño).

Sobre los riesgos, el FMI califica de «peligro notable» a corto plazo el endurecimiento de las condiciones internacionales de financiamiento, actualmente favorables en las principales economías.