AENA

El PSOE culpa al presidente de AENA de malvender la compañía

Acusa a Vargas de forzar la privatización cuando las condiciones no eran buenas

El PSOE culpa al presidente de AENA de malvender la compañía
El PSOE culpa al presidente de AENA de malvender la compañíalarazon

Fomento privatizó en febrero el 49% del capital de AENA por 4.300 millones de euros, a razón de 58 euros cada acción. Ahora, ese mismo paquete de acciones vale 7.900 millones después de que sus títulos se hayan revalorizado un 83%, hasta el entorno de los 106 euros. La pregunta que muchos se hace es si, a la vista de tan meteórica subida, el Estado malvedió el gestor aeroportuario. Para el PSOE, no hay duda de que fue así y señala a José Manuel Vargas, presidente de AENA, como responsable.

Durante la presentación en el Congreso de los Prespuestos de Fomento, el secretario de Estado de Infraestructuras, Julio Gómez-Pomar, aseguró que la revalorización de AENA no tiene nada que ver con que fuese mal valorada sino que obedece a «una buena gestión». Un extremo que apoyó después el subsecretario de Fomento, Mario Garcés, que aseguró que la operación pública de venta (OPV) de AENA ha sido «la mejor en 20 años», que ha proporcionado 4.000 millones al Estado y que le dará otros 400 millones el año próximo vía dividendo y acciones que estaban en manos de las compañías colocadoras de la operación y que se han vendido.

El PSOE, sin embargo, tiene una percepción muy diferente de lo ocurrido. Su diputado José Luis Gordo cree que el Gobierno se precipitó en la venta de la compañía y que perdió «una oportunidad de oro». En declaraciones a LA RAZÓN, Gordo aseguró que la venta «fue muy precipitada». «De modélica nada. Había condiciones objetivas para prever que la venta no era buena». Un ebitda –beneficio bruto– positivo incluso en los años más duros de la crisis o una deuda que soportaba un interés bajo, del 1,32%, son algunos de los argumentos del diputado socialista para defender que la operación fue precipitada. Si se dio el paso de hacer la operación a pesar de estas circunstancias fue, a juicio de Gordo, por la presión de Vargas. «Cuando nosotros –el PSOE– dimos el paso de privatizar AENA, lo hicimos porque teníamos que hacer frente al déficit del Estado. Pero me temo que ahora puede haber respondido a un criterio muy personalista del presidente de la compañía. Creo que la iniciativa procede de Vargas, que la ministra –de Fomento, Ana Pastor– le compró la idea y entiendo que no se ha madurado. Está claro que ha habido enormes discrepancias en el Gobierno en cuanto al planteamiento a seguir», aseguró el parlamentario socialista.

Las disensiones en el Ejecutivo por la OPV de AENA han sido evidentes. El 30 de octubre la operación se frenó. Oficialmente, fue por problemas con la «comfort letter», la carta que respalda las cuentas del folleto. Sin embargo, fuentes próximas a la operación achacaron el retraso a que Moncloa la abortó porque consideró que la valoración de Vargas y su equipo de la compañía, por la que el Estado habría ingresado 3.100 millones, era baja.

Malvendida o no, lo cierto es que la coyuntura está favoreciendo la labor de los gestores de AENA. La recuperación está impulsando el tráfico aéreo y sus aeropuertos llegarán en 2016 a 208 millones de viajeros, el mayor volumen desde 2007.