Los sistemas de gestión informática, una apuesta ganadora para la microempresa

Todas las empresas cuentan con distintas aplicaciones informáticas para la gestión de sus recursos, el problema surge cuando la información que se maneja a través de ellas queda aislada y genera incoherencias en una organización. Para acabar con estas 'islas' desde la AEMME, Asociación Española Multisectorial de Microempresas, recomiendan la implementación de los CRM y ERP (cuyas siglas, en inglés, corresponden a Sistemas de Relación con los Clientes y Sistemas de Planificación de Recursos Empresariales).

José David Rodríguez Castuera, coordinador del área de TIC, firme defensor de estos modelos de gestión, asegura que para el correcto funcionamiento de una empresa lo más sencillo y adecuado es hacer una fuerte apuesta tecnológica, algo que por desgracia no se encuentra todavía muy extendido en nuestro país.

"Uno para dominarlos a todos", así, como el famoso anillo de El Señor de los Anillos, define de manera muy gráfica Rodríguez Castuera un ERP, que resulta clave a la hora de organizar toda la información de una empresa para evitar incoherencias, errores y dificultades de cara al trato con los clientes y dentro de la misma estructura.

Los beneficios de estos sistemas informáticos de gestión son claves para no quedarse fuera del mercado debido al salto tecnológico que todas las pymes están prácticamente obligadas a realizar dentro de un mundo globalizado. Mejoras en el gasto del tiempo, reducción de las incidencias, aumento de la productividad y un trato más correcto en la atención al cliente son los principales objetivos que se consiguen con una inversión, que muchos no se atreven a realizar pero que de no hacerse de manera seria y decidida puede suponer la muerte de una microempresa.

Más que un modelo, una filosofía de trabajo

El nacimiento de sistemas como el CRM, "una herramienta para mejorar las relaciones con los clientes", en palabras del coordinador de la AEMME, no llega solo por ese propósito. Su punto más fuerte es que se trata de una filosofía de trabajo, que busca organizar toda la información disponible a nuestro alrededor.

Es importante que lo dos sistemas, tanto CRM como ERP, estén bien compenetrados e integrados para que no vuelvan a surgir las famosas e improductivas "islas de información". Siendo la gran mayoría de las empresas españolas pymes, y más en concreto, microempresas. Esta filosofía de trabajo evita que la baja o sustitución de cualquier trabajador clave de la compañía no cree un gran problema; pues el sistema es capaz de "sustituir"el valor añadido que aportaba la persona.

José David Rodríguez incidía además en las claves para implementar estas nuevas tecnologías. "La apuesta tecnológica debe estar interiorizada por la empresa", apunta en primer lugar. Después hay que evitar las "inversiones redundantes", y realizarlas con la seguridad de que al contratar un ERP y un CRM se hace con una compañía que nos vaya a dar un servicio durante mucho tiempo. Por último, no se debe tratar de llegar a sitios utópicos "embarcándose en proyectos faraónicos"que resten más que suman y hay que elegir un jefe de proyecto interno para liderar el cambio en la forma de gestión.

Sin duda, parece clave que las microempresas españolas se adapten cuanto antes y den el salto tecnológico necesario para evitar su desaparición prematura, y desde la AEMME se intenta dar la mejor orientación para elegir adecuadamente el camino. En palabras de Víctor Delgado, director general de la asociación, acudiendo a estas reuniones no solo se aprende el objetivo concreto de la formación, además, se generan nuevos contactos en sectores muy diversos lo que ayuda a que se teja una red comercial más fuerte y sana en toda la industria española.