Fiscalidad

España se coloca entre los países donde más se paga por renta y cotizaciones

Las ayudas fiscales a individuos y empresas sufrieron un "relativo retroceso" en 2023 en la OCDE, pero a la vez existen "iniciativas de ampliación de la base en la mayoría de los tipos de impuestos y cotizaciones sociales"

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María Jesús MonteroEuropa Press

El plan generalizado de reducción de la fiscalidad, que sirvió para atenuar el impacto de la pandemia y de la crisis inflacionaria, ha llegado a su fin en la mayoría de los países que tomaron este tipo de medidas y ya se ve un cambio de tendencia al alza, sobre todo por la presión fiscal ejercida sobre las empresas. Así lo determina la OCDE en su informe anual sobre las reformas fiscales ('Tax Policy Reforms 2024'), en el que destaca que los tipos del impuesto de Sociedades han vuelto a crecer, hasta elevarse por encima del 21% en 2023, aunque lejos todavía del 28,2% del año 2000.

El organismo ha constatado el menor respaldo fiscal que los Estados ofrecieron el año ejercicio a ciudadanos y compañías tras superar el parón económico y enfilar la recuperación postpandémica, lo que se tradujo en la "evidente desaceleración tras el repliegue de dicho apoyo". Por ello, la OCDE advierte del "notable giro" en el impuesto de Sociedades al retraerse las reducciones que beneficiaron a las empresas, después de que "bastante más" territorios optaron por incrementarlo que por bajarlo, la primera vez que esto ocurre desde que empezó a publicarse el documento en 2015. "Con los tipos impositivos en mínimos históricos, el informe sugiere que los países que desean ofrecer un tratamiento fiscal favorable a las empresas están optando por medidas de reducción de la base imponible en lugar de ajustar gravámenes", incide el estudio.

El informe avisa también de que algunos países han incrementado su progresividad fiscal, de forma que la carga tributaria recaiga menos en las familias con pocos recursos, aunque la realidad es que la presión se ha redoblado especialmente sobre la clase media. Así, el peso del impuesto sobre la renta y de las cotizaciones sociales en el conjunto de los impuestos es particularmente fuerte en los países denominados «ricos», entre los que se incluye España. Así, indicó que existen "iniciativas de ampliación de la base en la mayoría de los tipos de impuestos".

En el conjunto de los miembros de la OCDE, la suma de ambos representa un 49% de media, pero llegan a suponer un 65,78% en Estados Unidos, un 64,22% en Alemania y un 58% en Japón. En el caso de España, ese porcentaje está casi 10 puntos por encima de la media y alcanza el 58,3%, que nos sitúa entre los Estados con una mayor presión impositiva. Comparativamente, Chile (16,01%), Colombia (16,82%), México (34,83%) e Israel (37,51%) presentan las cifras más bajas.

Aunque reconoce el informe que en algunos países los recortes en el impuesto sobre la renta de las personas físicas (IRPF) continúa siendo "una herramienta para apoyar la recuperación económica y los ingresos de las familias", también hay un número creciente de gobiernos que ha decidido incrementar las contribuciones a la Seguridad Social de manera exponencial, como en el caso de España. La Organización cree que las causas que lo han provocado tiene que ver con el "envejecimiento demográfico, las mayores partidas destinadas a Sanidad y pensiones y el refuerzo de las redes de protección social". Estos cambios en las cotizaciones se estarían acometiendo por la necesidad de aliviar la carga impositiva o por motivaciones recaudatorias.

En cuanto al IVA, la OCDE señala que la mayoría de países ha ido detrayendo los recortes temporales de sus tipos para ciertos productos de primera necesidad en respuesta al repunte de precios. Y señala el ejemplo de España, que extendió esas rebajas en la luz y la electricidad hasta junio de 2024, una situación a la que ya debería poner fin, apunta.