
Economía
España destaca en incentivos fiscales a la I+D, pero las trabas administrativas frenan su uso
España ha mejorado la accesibilidad a los incentivos fiscales a la I+D, pero la complejidad administrativa sigue actuando como un factor disuasorio para su solicitud, según Ayming

España se sitúa entre los países más generosos em incentivos fiscales en I+D, con un índice de deducción del 29,6%, por encima de economías como Reino Unido (21,5%), Alemania (25%), Italia (22%) o Países Bajos (11,4%), así como de potencias no europeas como China (18,75%), Brasil (20%) o Canadá (12,1%). Sin embargo, pese a este atractivo fiscal, clasificado como de nivel medio, existen importantes barreras administrativas y criterios de novedad demasiado exigentes que dificultan el acceso efectivo a estos beneficios, limitando su impacto real en la inversión empresarial, según el informe The Benchmark 2025 publicado por Ayming, la consultora internacional especializada en financiación de la innovación empresarial.
El documento destaca la necesidad de evolucionar hacia un sistema más accesible y eficiente que permita a las empresas aprovechar plenamente los incentivos, fomentando así la innovación tecnológica en el país.
Por primera vez, The Benchmark 2025 incluye una comparativa de los regímenes Patent Box en 11 países de Europa y Norteamérica, centrada en los beneficios fiscales vinculados a activos intangibles como software, patentes, diseños industriales, licencias y derechos de autor. En este apartado, España registra un índice de generosidad del 15% y una facilidad de aplicación media, un nivel compartido con Francia y Reino Unido. En contraste, Italia lidera este ranking europeo, con un régimen calificado como "fácil" y una generosidad superior al 30%.
El sistema fiscal español permite a las empresas —grandes o pequeñas— aplicar deducciones de hasta el 59% sobre sus inversiones en I+D. Estas deducciones están sujetas a una revisión técnica y económica rigurosa por parte de inspectores especializados de la Agencia Tributaria. Para acceder, las empresas deben justificar un alto nivel de innovación y mantener un seguimiento exhaustivo del proyecto durante todo su ciclo de vida.
Desde recientes modificaciones legales, las deducciones solo pueden aplicarse a los cuatro últimos ejercicios fiscales no prescritos, lo que exige una planificación estratégica y una gestión documental precisa.
Además, los proyectos también pueden calificarse como de "Innovación Tecnológica", con deducciones del 12%. Esta categoría presenta criterios menos estrictos, ya que la novedad se evalúa de forma más flexible, facilitando el acceso a los beneficios fiscales.
"España cuenta con un marco fiscal atractivo para la I+D, pero persisten obstáculos. La complejidad técnica y los exigentes criterios de novedad suponen barreras importantes. Es necesario avanzar hacia un sistema más accesible, ágil y alineado con las necesidades reales de las empresas innovadoras", explica Carlos Artal, director general de Ayming en España, señala:
Una de las principales limitaciones del régimen español es la falta de incentivos diferenciados para pymes. A diferencia de otros países como Francia o Reino Unido, el porcentaje de deducción no varía en función del tamaño de la empresa.
Francia, por ejemplo, ofrece una generosidad del 30% en los primeros 100 millones de euros invertidos en I+D, con un sistema más accesible y flexible. Además, permite a las pymes recibir reembolsos inmediatos por deducciones no aplicadas, lo que favorece su liquidez y participación en el sistema.
Reino Unido también contempla beneficios específicos para pymes, como una deducción fiscal de hasta el 186% para empresas con beneficios, y una tramitación ágil: 40 días de resolución para pymes y un máximo de 6 meses para grandes compañías.
Portugal, el país más generoso
Portugal se posiciona como el país más generoso, con un índice de deducción del 49,4% y deducciones combinadas (fijas e incrementales) que pueden alcanzar el 82,5%. Las nuevas pymes, incluso sin beneficios fiscales previos, pueden acceder a deducciones del 15%, lo que facilita su entrada en el ecosistema innovador. Aunque el proceso puede durar hasta un año, las empresas pueden aplicar las deducciones antes de la aprobación definitiva, ganando agilidad. No obstante, el régimen de Patent Box portugués presenta una aplicación "difícil", lo que limita su atractivo en ese ámbito.
Por el contrario, Países Bajos y Bélgica continúan con regímenes fiscales menos favorables. Bélgica mantiene una calificación de "difícil" en facilidad de aplicación, sin cambios en los últimos cuatro años. Países Bajos, aunque con un índice de generosidad bajo, ofrece un sistema digitalizado y flexible que permite hasta cuatro solicitudes al año sin límite de proyectos, facilitando la planificación de las empresas.
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