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Bruselas

Halagos de Van Rompuy a España y avisos para Alemania

El Consejo Europeo pide a Merkel reformas «a la española»

El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barrosolarazon

Halagos para España y advertencias para Alemania por parte de Herman Van Rompuy. Y en Berlín. No es usual escuchar a Bruselas enmendarle la plana a la locomotora de la UE, pero el presidente del Consejo Europeo se atrevió ayer a hacerlo en su propia casa. Durante los actos organizados en la capital germana para conmemorar la caída del Muro de Berlín, Van Rompuy elogió las reformas de España, Portugal e Irlanda, los países de la UE que más han aumentado su productividad desde 2010, y avisó de la necesidad de que los países «del norte» sigan ese camino, porque «lo que ha subido, puede caer». A su juicio Alemania tampoco está a salvo, pues debe afrontar desde el reto que supone el envejecimiento de la población hasta el mal estado de sus carreteras o el elevado precio de su energía».

Van Rompuy centró buena parte de su discurso en la crisis del euro y describió como un «éxito» las medidas adoptadas en la UE, que han permitido dejar atrás «el riesgo existencial» que llegó a sufrir la eurozona. «La historia dará cuenta del importante papel que la canciller Angela Merkel y otros han tenido en este logro», señaló.

Tras destacar la «solidaridad sin precedentes» entre los socios europeos en la crisis, reconoció que el camino no ha sido fácil y apuntó a las críticas a las políticas de austeridad, pero defendió las medidas adoptadas. Corregir los problemas que muchos países habían subestimado hasta que estalló la crisis «habría sido mucho peor sin el euro» y «resolver el problema de exceso de deuda soberana con más deuda simplemente no funciona», manifestó.

Van Rompuy calificó de «esencial» el papel de Alemania, su apuesta por el euro y su «firme» defensa de las reformas, pero volvió a recordar a este país que no puede olvidar sus retos:«El liderazgo más convincente es el liderazgo con el ejemplo».

A pesar de que su discurso emanó optimismo, Van Rompuy no olvidó la amenaza del «populismo» en Europa, alimentado por el «miedo» y la «ansiedad» que cala en los ciudadanos ante la crisis. A su juicio, ante esa creciente desconfianza en la política tradicional hay un único camino: «Los líderes deben decir la verdad». «No hay una solución mágica para salir de la crisis, las reformas tardarán en dar sus frutos en el crecimiento y el empleo», advirtió.