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Hollande y Merkel sellaron en París la permanencia de Grecia en el euro

François Hollande y Angela Merkel, en París
François Hollande y Angela Merkel, en Paríslarazon

Una Grecia fuera del euro no estaba en la agenda de Francia, pero tampoco de Alemania. «Espero que llegaremos a un acuerdo», había comentado ayer al mediodía Angela Merkel, pocas horas antes de ver cumplidos sus deseos.

La canciller alemana estuvo ayer en París para preparar la próxima cumbre del G7, que se celebrará en junio en el castillo de Elmau, en el sur de Alemania, pero los temas principales de su discusión con François Hollande fueron las crisis de Ucrania y, sobre todo, de Grecia.

Francia había preparado el terreno en lo que se refiere a la crisis griega afirmando que la pareja franco-alemana se caracteriza por su« gran proximidad », a pesar de que las últimas semanas han quedado de manifiesto las diferencias y tensiones que existen entre ambos países.

Futuro «en la eurozona»

Ayer, la canciller alemana y el presidente francés afirmaron en rueda de prensa que el futuro de Grecia está en la zona euro. François Hollande insistió en que la posición de Francia es que no existe «escenario de salida de Grecia de la zona euro», a pesar de que la Prensa alemana, el semanario «Der Spiegel», afirmaba que el Banco Central Europeo está trabajando en ello. Según el presidente galo «Grecia está y debe estar en la zona euro».

Angela Merkel matizó algo más su apoyo a la permanencia de Grecia en el euro. La canciller alemana recordó que desde que están en marcha los programas de asistencia a Atenas, la política del conjunto de los gobiernos europeos, incluida Alemania, ha sido «ayudar a Grecia para que siga en el euro». También reconoció que «Grecia ha hecho sacrificios importantes» para poder permanecer en la zona euro, y que se iba «a hacer todo para seguir en esta vía», aunque lamentó que «la situación es todavía difícil» y, concretamente, «en el mercado del trabajo». Eso sí, Merkel admitió que comienzan a «observarse ciertos resultados y por ello pensamos seguir con esta política ».

Tanto Hollande como Merkel habían hablado la víspera por separado con el primer ministro griego, Alexis Tsipras. Según París, la discusión con Hollande se desarrolló en el marco de un clima agradable, y el presidente francés prometió al jefe del ejecutivo griego que haría todo lo que estuviera en su poder para ayudar a su país.

Mientras tanto, Angela Merkel no había cesado de exigir que Atenas siga adelante con el saneamiento de sus finanzas públicas y las reformas estructurales que se le han pedido a cambio de dos planes de apoyo por un total de 240.000 millones de euros.

La sombre del Bundestag

Cuando ayer le preguntaron a Merkel si también ella comparaba las peticiones de Grecia con un caballo de Troya, como ha dicho la delegación alemana que participaba en las negociaciones, la canciller esquivó el dardo diciendo que no iba a «hablar de mitología griega porque no sé», pero lo que sí le interesaba es «decir a la gente de qué se trata exactamente la prolongación del programa de ayudas a Grecia», que tanta reticencia ha despertado de su parte, y concretar «muchos detalles técnicos» que todavía había que estudiar en la reunión de ministros de Finanzas que se celebró unas horas después en Bruselas. Para la canciller alemana era necesaria «una considerable mejora de las propuestas» para poder obtener un acuerdo en el Bundestag, ya que el programa para Grecia debe ser aprobado por el Parlamento alemán.