Comercio

Los ingresos del sector textil, en su peor momento desde inicios de siglo

Hay un 38% menos de puntos de venta que el 2000 y un 30% menos que antes del covid. Las pymes son las más afectadas. «La variedad comercial de España se va perder», advierte Acotex

Zapatería, el pequeño negocio en las calles de Madrid.
Zapatería, el pequeño negocio en las calles de Madrid.Jesús G FeriaLa Razón

El comercio textil está en su peor momento de todo el siglo XXI y descarta volver a vivir una época dorada similar a los años previos a la Gran Recesión. Ni siquiera tomando una referencia más próxima, la facturación prepandemia, el sector consigue situarse en niveles similares. Así lo revela el informe «El Comercio Textil en Cifras» de la patronal Acotex. Aunque en 2023 las ventas aumentaron un 3,41% respecto al año anterior –alcanzando los 11.021 millones de euros– están aún casi un 40% por debajo de los datos de 2019 (18.078 millones) y muy alejadas a las cifras que se alcanzaban entre 2000 y 2006, año en el que se superaron los 22.450 millones de euros.

Los pequeños y medianos comercios son los más afectados. El presidente de Acotex, Eduardo Zamácola, destaca como «un reto» la supervivencia de las compañías de moda para mantener sus puertas abiertas, lo que no está afectando a las grandes empresas «con resultados espectaculares» como Inditex, Tendam, H&M o Mango. Entre ellas, cabe nombrar a la mayor cotizada española, Inditex, que batió su récord de beneficios y alcanzó los 5.381 millones en 2023, un 30,3% más. El mayor tamaño de estos gigantes textiles, las facilidades de compra online y envío, su mejor ubicación y capacidad para realizar ofertas más atractivas hacen que un pequeño comercio de barrio lo tenga muy difícil para competir y tenga que acabar echando el cierre. «Llevamos una fase en la que el pez rápido se come al lento», explica Zamácola. «Frente a grandes cadenas con gran músculo financiero, es muy difícil que una tienda de barrio pueda aguantar, por eso son las que están cerrando, aunque también es cierto que las grandes empresas están centralizando tiendas y reubicándolas», subraya el líder de Acotex.

Mientras que en 2019 había 61.891 comercios textiles en España, en 2023 la cifra cayó a 43.889 establecimientos, un 30% menos. Esta cuantía indica que en el último año se perdieron unas 100 tiendas (-0,23%) frente a 2022, pero hasta 18.012 comercios respecto a 2019, tras acumular cuatro años de descensos consecutivos. Respecto al año 2000, la pérdida de comercios dedicados al textil asciende a 26.733, es decir, una caída del 38%. En contraste, el empleo se incrementó de media un 0,83% en 2023 en tasa interanual para dejar la cifra total en 166.789 empleados. No obstante, comparado con 2019 (199.112) y con el año 2000 (224.835), las cifras de empleo son inferiores. Por su parte, la facturación por empleado creció un 2,56%, hasta 66.077 euros facturados por trabajador el año pasado respecto a 2022, pero sigue reflejando las secuelas de la pandemia, ya que en 2019 la facturación por empleado ascendía a 90.793 euros.

Por tipo de establecimiento, las cadenas especializadas siguen manteniéndose en el primer puesto del ranking con el 39% de la facturación global del sector; seguidas de los hipermercados, 27,2% y de los outlets con un 16%. Por su parte, las tiendas multimarcas (que en la década de los 90 llegaron a tener el 58% de la cuota de mercado), en 2023 sólo efectuaron el 9,5% de las ventas y los grandes almacenes, el 8,3%. Por otro lado, el canal de venta online representó en 2023 en torno al 16,5% de la facturación total. En cuanto a las ventas en línea, Acotex cifra el volumen sobre las ventas totales en un 16%, si bien estos datos «se han de considerar con cautela» debido al recelo de las empresas a proporcionarlos.

Acotex subraya que los márgenes de las empresas del textil (ganancia neta por la venta de un producto) limitaron en 2023 el incremento de las ventas. Eduardo Zamácola destaca que cada temporada se elevan los precios de las materias primas, de la energía, de la logística y del transporte, además de los incrementos salariales (en conjunto, un 15% más que en 2019) y de la creciente competencia de las plataformas de venta de ropa a bajo coste. Todo ello «no se compensa» con la subida de precios de los artículos, asegura el presidente de Acotex, por lo que pese al dato positivo de ventas en 2023 los márgenes «están penalizando mucho» a las tiendas de moda.

La bajada del gasto en ropa de los españoles es otro de los factores que ha jugado un papel clave en el hundimiento del sector. En la actualidad, en España se gasta menos en ropa aunque en 2023 haya aumentado un 4,89% el gasto medio respecto a 2022. El pasado año cada familia española gastó en vestirse una media de 922 euros frente a los 1.256 que gastaba antes de la llegada del covid y muy alejado aún del año 2006 fecha en la que los españoles gastaban el doble que en 2022: 1.881 euros. Zamácola relaciona este descenso en los últimos 7 años (del 12% al 3,9% de 2023) con un «cambio en la tendencia de compra» del consumidor, con unas preferencias que se desvían «!a otros sectores». «Por el elevado coste de la vida, el consumidor detrae las ventas y la moda no es el sector donde se prioriza la cesta de la compra», subraya. Así, las necesidades del consumidor se contraponen a las de las empresas: los primeros quieren que las tiendas vendan más barato porque tienen menor poder adquisitivo y a las firmas no les queda otro remedio que subir precios para hacer frente al alza de costes.

Los vascos, los madrileños y los cántabros son los que más gastaron en comercio textil y los isleños (tanto de Canarias como de Baleares) continúan siendo los españoles que menos gastan en ropa. La media nacional de gasto por persona fue de 309,51 euros mientras que en el País Vasco fue de 414,84 y en Baleares de 223,72. Como viene siendo habitual desde hace años, la Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía son las regiones con mayor cuota de facturación con porcentajes casi idénticos al ejercicio anterior: 17,40%, 16,29% y 15,14%, respectivamente. Tampoco varían las regiones con menor cuota de facturación: Ceuta y Melilla así como La Rioja ocupan los últimos puestos del ranking.

Para Zamácola, la salvación de las pymes está en su capacidad para buscar su nicho y saber diferenciarse con el objetivo de conseguir ser rentables, olvidando la competencia de precios y volúmenes contra las grandes marcas. «Vamos a tardar mucho en volver a ver esas cifras de 18.000 millones de euros de facturación, pero creo que las empresas sí están haciendo un ejercicio importante de rentabilidad», señala. Pero para el presidente de Acotex una parte de la responsabilidad también recae sobre el consumidor. «Hemos desprestigiado el valor de una prenda. Hay que tener en cuenta que hay un equipo de diseño, de confección, de lavado, planchado, etiquetado, logística y atención al cliente. Con todo ello, un jersey no puede valer 10 euros, no es un precio justo», denuncia. Si el consumidor no puede o no quiere apostar por prendas de calidad y nacionales, «la variedad comercial que tenemos en España se va a perder», advierte.

Zamácola reclama al Gobierno que deje de poner trabas a los comercios y de demonizar a los empresarios. «Es un drama lo que tenemos, con la ministra de Trabajo presentando una proposición no de ley para controlar el número de prendas que se pueden emitir», critica. «Al Gobierno le pedimos que nos deje trabajar y que nos ayude. Al final somos vertebradores de los barrios. Somos los que damos vida a las calles de nuestras ciudades», defiende.