Tecnologías de la Información
«La cultura del pelotazo sigue enraizada en España y las ‘‘start-ups’’ no están blindadas contra ella»
No tiene ninguna vergüenza en decir que Madrid es la ciudad en la que mejor funciona mytaxi, o que muchas de las acciones e iniciativas puestas en marcha en España están siendo imitadas o copiadas por sus colegas de otros países. Eso sí, matiza, «y no lo digo por falsa modestia» que «si he resultado un buen conductor es gracias a un equipo pequeño integrado por gente normal que se ha dejado la piel y asimilado perfectamente nuestra cultura». Antonio Cantalapiedra, el CEO de esta multinacional, propiedad de una filial de Daimler, es un hombre elocuente e inquieto que está convencido de que su empresa ha empezado a cambiar un sector que no conocía la innovación desde tiempo inmemorial.
– De los demás competidores, ¿cual representa un mayor peligro para mytaxi: las demás app, las emisoras o Uber?
– Repito siempre una idea que «mis» taxistas ya están entendiendo: es propio de miopes creer que el taxi tendrá el monopolio de la movilidad en ciudades que estamos haciendo inteligentes. A corto plazo, las emisoras fuertes siguen siendo unas potentes competidoras porque aún tienen muchas cuentas y clientes. El taxi tiene que ser digital, moderno, competitivo y prestar un buen servicio para subsistir. Y debe subsistir. Necesitamos distintas alternativas para facilitar la movilidad y reducir la polución en los núcleos urbanos.
– ¿Qué han conseguido mediante la fusión con Hailo?
– Estamos en pleno proceso de integración. Nuestro grupo, Daimler, pretende crear una plataforma con su consiguiente app para el cliente que incluya distintas opciones de movilidad: mytaxi, Car2go, transporte público, drones, limusinas... En este contexto, al que hay que añadir nuestra pretensión de ser la líder en Europa, se inscribe esta operación. A partir de ahora, también tendremos una importante implantación en Reino Unido e Irlanda.
– ¿Cuáles son los principales beneficios que ha traído la adquisición en 2014 de mytaxi por parte de Daimler?
– El más destacado es que le ha dado vigor a nuestro músculo financiero. No olvidemos que el 90% de las «start-ups», aun siendo negocios con potencial, carecen de los recursos necesarios para alcanzar la escabilidad necesaria. También esta siendo relevante su contribución tecnológica. Daimler tenía una participación desde su fundación que, por cierto, se produjo tres meses antes de la de Uber. Estados Unidos es muy glamuroso, pero en Europa también se innova.
– ¿Es Mytaxi muy distinta a las otras multinacionales en las que ha trabajado?
– Sí. Son muy diferente las dinámicas de trabajo, las operativas, la mentalidad. Es una compañía digital desde su arranque. Yo soy de los mayores de las empresas. La edad es un grado, pero también se necesita ese empuje de personas nativas, ademas de cierta libertad –es probable que yo tenga más que otros compañeros– y de dejar hacer.
–Alguna de las compañías en las que ha trabajado, concretamente una tecnológica, ha pasado de la cima a la sima en un santiamén. ¿Cuál es, a su juicio, la receta para que una empresa no se quede sin sitio en una economía tan dinámica y volátil?
– Clave, como en la vida en general, el liderazgo. Liderazgo supone sentido de urgencia. Hacer las cosas que se tienen que hacer para transformar la sociedad. mytaxi hace frente a un desafío para la humanidad como es el de mejorar la movilidad y la calidad de vida de las ciudades. Esto es mucho más que una aplicación «cool», cómoda y útil. Ese sentido de urgencia se pierde, a veces, por luchas internas, porque alguien se aferra al poder y, en vez de aportar, intoxica. Los mandos directivos, empezando por el CEO, deben escuchar y aprender a escuchar. Muchos fundadores de «start-ups» las tratan como un bebé y, a veces, ni siquiera aceptan comentarios sobre su criatura. El éxito de mytaxi es que ya no la hace el fundador, sino el cliente, tanto el taxista como el usuario. Hay que escucharle. Esa mentalidad de que esto es mío y los demás no saben nada impide la interacción y la innovación.
– ¿Sigue presente en España la idea de montar una empresa para venderla y engordar el bolsillo?
– La cultura del pelotazo sigue estando en la sociedad, incluso después de la crisis, aunque se intenta camuflar. Continúa enraizada y las «star-ups» no están blindadas contra ella.
– ¿Por qué mytaxi está funcionando mejor en España que en otros países?
–Siempre doy la misma explicación: el equipo. Estoy resultando un buen conductor porque trabajo con un grupo fantástico. No es falsa modestia. Es un equipo pequeñito e integrado por profesionales normales que se ha dejado la piel y ha hecho suya la filosofía de la compañía. Es una muestra más de que gente normal con ilusión, pasión y esfuerzo puede hacer cosas extraordinarias.
– Uno de su objetivos fundacionales era transformar esta industria a través de la tecnología. ¿Lo han conseguido?
– Hemos propiciado un cambio importante, pero sólo hemos dado los primeros trazos. Queda mucho por hacer. El taxi español puede dar mejor servicio. Nosotros hemos puesto en marcha mytaxi Academia en la que se imparten cursos y talleres de urbanidad, protocolo, idomas, tecnología... La monitorización de la aplicación a través de la opinión del cliente nos permite ayudar a los taxistas a mejorar en multitud de aspectos.
EL PERFIL
Antonio Cantalapiedra tiene un currículum académico potente: licenciado en Comunicación y Relaciones Públicas, cuenta con varios másteres y programas de universidades españolas y extranjeras. Ha impartido clases en Estados Unidos y España. El CEO de mytaxi, que antes trabajó en Blackberry y Kfk, es muy activo y sabe vender a las mil maravillas lo que hace. Muchas de sus iniciativas han sido incorporadas en otros mercados de la compañía alemana. Dedica más de 10 horas a la semana a charlar, tanto por medios tradicionales como digitales, con los taxistas.
Una empresa de Daimler
mytaxi está presente en más de 40 ciudades de Alemania, en cuatro españolas, así como en Viena, Graz, Salzburgo, Zúrich, Varsovia y Washington D.C. Propiedad de Daimler desde 2014, es la primera aplicación gratuita para pedir y pagar el taxi a través del móvil. Su utilización no tiene ningún coste para el usuario, mientras que el taxista paga 0,99 céntimos por cada carrera completada, y 1,99 euros por cada carrera completada y pagada a través de la aplicación, sin ningún otro coste. Pero esta compañía aspira a transformar esta industria a través de la tecnología y de una atención eficaz y cercana.
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