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La UE critica la politización del tren de alta velocidad

Bruselas critica «un mosaico ineficiente de líneas nacionales»

AVE a Barcelona / FOTO: MIQUEL GONZALEZ / SHOOTING
AVE a Barcelona / FOTO: MIQUEL GONZALEZ / SHOOTINGlarazon

Bruselas critica «un mosaico ineficiente de líneas nacionales»

El Tribunal de Cuentas Europeo ha publicado hoy un demoledor informe sobre la expansión de las línea de ferrocarril de alta velocidad en la UE. Los expertos europeos han analizado cinco países (Francia, España, Italia, Alemania, Portugal y Austria) y concluyen que “se ha construido un mosaico ineficiente de líneas nacionales mal conectadas”, en palabras de Oskar Herics, responsable del informe.

Según el texto publicado, en la decisión de construir estas líneas de alta velocidad han primado factores como la politización y no informes independientes de coste beneficio y por eso, los sobrecostes y los retrasos se han convertido en la tónica habitual. A pesar de que la UE ha proporcionado 23.700 millones de euros de cofinanciación desde 2000, la Comisión Europea no tiene la potestad de hacer cumplir los proyectos y no se cumplirá el objetivo de triplicar la red hasta los 30.000 km de aquí al 2030, tal y como se había establecido como meta.

España es el país analizado que ha recibido más fondos europeos (un 47% de ese presupuesto, 11.232 millones). A pesar de esto, España sigue sin estar conectada con Portugal ya que el país vecino canceló las inversiones de alta velocidad debido a la crisis. En cuanto a Francia, se ha completado el tramo de Figueras-Perpignan pero con 22 meses de retrasos. Según los auditores europeos, las líneas de alta velocidad deben tener nueve millones de pasajero para resultar rentables o, al menos, seis millones en su primer año de funcionamiento. En el caso español, el informe ha analizado las rutas de Madrid-Barcelona-frontera francesa; Eje Atlántico en Galicia; Madrid-Galicia; y Madrid-León, así como las conexiones transfronterizas entre Figueras y Perpiñán y la "Y vasca"y en todas ellas, tan sólo la primera cumple este primer criterio de coste – beneficio. Además, el informe critica que la red española del AVE no está conectada con dos de los principales aeropuertos, el de Madrid y Barcelona. Para colmo de males, tres de las líneas analizada ( eje Atlántico, Madrid- Galicia y Madrid y Extremadura) usan el denominado ancho de vía ibérico que no está homologado con el tipo europeo. Esto ralentiza la velocidad a la que pueden circular los trenes y obliga a poner en marcha cambiadores que cuestan ocho millones de euros cada uno.