Ladrillazo al sector inmobiliario

Desde hace unos meses, el sector inmobiliario ha experimentado un cambio de ciclo donde los precios se están estabilizando mientras que las operaciones de compraventa han entrado en una espiral de desaceleración que no parece que vaya a encontrar freno hasta el segundo semestre del próximo año, momento en el que se espera que el BCE deje de subir los tipos.

El euríbor ha crecido hasta situarse en el 4% al cierre de junio, pero las expectativas del mercado sugieren que mantendrá la inercia alcista, a la espera de una nueva subida de tipos por parte del BCE como parte de sus políticas monetarias restrictivas para frenar una inflación que sigue desbocada y que algunos vaticinan seguirá elevada durante varios meses.

Junto a la incertidumbre económica, social y política, con el posible cambio de rumbo ante el 23J, hay varias razones principales por las que el mercado inmobiliario se encuentra en fase de contracción. La primera, el menor crecimiento económico, unido a la inflación acumulada que vacía el bolsillo de las familias que no han recuperado su poder adquisitivo. La segunda, la senda alcista de tipos de interés, que hace que las hipotecas estén sustancialmente más caras, lo que frena una buena parte de las decisiones de compra. La tercera, la banca está restringiendo la concesión de hipotecas para evitar un deterioro de los ratios de morosidad.

Por último, la Ley de Vivienda está lastrando, aún más, las débiles expectativas que había en el mercado, pues quienes tenían intención de comprar para alquilar están esperando a que se aclare la posible aplicación de los topes y la inseguridad jurídica que representa la desprotección ante el fenómeno de la okupación.

Como consecuencia de todo ello, la compraventa de viviendas sigue cayendo sin haber tocado suelo y encadena ya varios meses de descensos que podrían continuarse hasta mediados del año próximo. Igualmente, el número de hipotecas constituidas durante el mes de mayo ha caído un 24% en términos interanuales. Todo apunta a que esta tendencia se va a mantener hasta que los tipos de interés alcancen su valor máximo, momento a partir del cual, si la economía se recupera, todos aquellos que se encuentran al acecho, comenzarán a liberar sus fondos para realizar compras.