Crisis bancaria
Las peticiones de la banca al BCE suben en agosto, tras el recorte de julio
Las peticiones netas de fondos de la banca española al BCE -diferencia entre las solicitudes y lo que se deposita- alcanzaron en agosto los 162.546 millones de euros, el 1,15 % más que en el mes anterior, tras el recorte sufrido en julio. A pesar de este repunte, en los últimos doce meses, las peticiones de la banca española al BCE se han reducido un 34 %, desde los 246.200 millones de euros solicitados en agosto de 2013, y en lo que va de año, las solicitudes han caído un 14 %, desde los 188.796 millones de euros de enero.
Al contrario de lo que ha ocurrido con la banca española, las entidades financieras europeas redujeron en agosto sus peticiones de fondos al BCE respecto al mes anterior; en julio pidieron 507.639 millones de euros, el 4,8 % menos de los 483.061 millones de agosto.
La apelación de las entidades españolas al BCE se mantiene estable en torno al 30 %, aunque en agosto se han elevado al 33,6 % desde el 31,6 % que suponían en julio, por lo que siguen más que triplicando el peso que estas entidades tienen -teniendo en cuenta sus activos y sus pasivos- en el conjunto de la banca europea.
Este peso es del 10 %, según las estadísticas del balance agregado de las instituciones financieras monetarias de la zona del euro, excluidos los bancos centrales.
Las solicitudes de liquidez de la banca española al BCE alcanzaron un máximo de 388.736 millones de euros en agosto de 2012, y se han ido reduciendo desde entonces, sobre todo, después de que la Unión Europea pusiera a disposición de la banca española una ayuda de hasta 100.000 millones de euros, de la que solamente se utilizaron unos 40.000.
El pasado 5 de junio el BCE bajó los tipos de interés en la zona del euro al mínimo histórico del 0,15 % -este mes ha vuelto a rebajar los tipos al 0,05 %-, y adoptó antes del verano otras medidas de estímulo económico para reactivar la economía, entre las que figuraba la penalización a los depósitos que los bancos efectúan en el organismo.
En concreto, redujo en 10 puntos básicos la facilidad de depósito por la que remunera el dinero, hasta el -0,1 %, para animar a los bancos a prestar dinero y reactivar así el crédito, ya que a las entidades financieras ya no les resultaba tan rentable depositar fondos en la caja del BCE.
En mayo, las peticiones de la banca española al Banco Central Europeo (BCE) se incrementaron en tasa intermensual, algo que no ocurría desde agosto de 2012, y en junio y julio, por el contrario, se redujeron.
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