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Los bolsillos llegan a España más vacíos

Los turistas chinos, rusos o argentinos compran menos coyunturalmente porque sus economías no pasan por un buen momento

La Razón
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Aunque el gasto de los turistas aumente en general, en algunos aspectos concretos se ha reducido. Es el caso del volumen de las compras que realizan los visitantes que proceden de fuera de la Unión Europea, que se ha reducido un 5% interanual. Las razones son las mismas que se aplican cuando se dice que el consumidor español ha perdido confianza por la evolución de la economía y, como consecuencia, reducen el gasto. Los chinos tienen la incertidumbre de la guerra comercial, los argentinos están inmersos en una crisis y, además, casi todas las nacionalidades se han visto afectadas por la desaceleración del crecimiento a nivel mundial.

Según Global Blue, los chinos han comprado un 2% menos que en 2017, los argentinos un 21% y los rusos un 13%, siendo los datos más preocupantes. En el gigante asiático han registrado el peor dato de crecimiento económico desde 1990 (6,8%), sin duda afectados por el conflicto comercial con Estados Unidos, y la clase media reconvertida en alta (la que vemos por las calles españolas haciendo turismo) no se ha rascado tanto el bolsillo.

Por su parte, los gastos de los argentinos en «shopping» venían descendiendo un 16% anual debido a la pobre situación económica que el país albiceleste ha vivido en los últimos años. Pero en 2018 se agudizó y el PIB ha registrado una caída del 2,8%, lo que produjo que los argentinos fueran más ahorradores y redujesen el gasto un 21% el pasado ejercicio.

Los turistas rusos también ha rebajado con creces sus compras, un 13%. La devaluación del rublo frente al auro un 6,8% durante 2018 ha provocado que los rusos pierdan poder adquisitivo dentro de nuestras fronteras. Global Blue apunta que este hecho ha tenido especial incidencia en Barcelona, destino preferente de estos turistas en España, y por eso los ingresos por compras de extracomunitarios en la ciudad condal se redujeron un 6%, por encima de la media.

Justo lo contrario ha ocurrido con los estadounidenses, que han comprado un 11% más en España. Y es que han encontrado en nuestro país y el resto de Europa un entorno favorable para gastar gracias a la devaluación del euro frente al dólar. El director para España de Global Blue, Luis Llorca, explica que este fenómeno ha provocado que, ahora, «los estadounidenses tengan la percepción de que Europa es bastante más barata».

Si los turistas no compran, que no sea porque el sector comercial no lo ha intentado. Han buscado la manera de incentivarles a consumir, y la encontraron en el «tax free», «una medida que inventaron los franceses a finales los 60 y principios de los 70. Consiste en que cuando una persona extranjera compra en tu país, se le devuelve el IVA, siempre y cuando saque la mercancía de nuestras fronteras, es decir, la exporte». Como los turistas no pueden aplazar su decisión de compra (porque ya tienen billete de ida), el «tax free» les da el empujón definitivo para que gasten.