El petróleo repunta ante la expectativa de un recorte en la producción

El Brent vuelve a tocar los 46 dólares ante el anuncio de Arabia Saudí de que hará «lo que sea necesario» para estabilizar los precios

Tras recuperar los 50 dólares el barril a principios de junio, el petróleo comenzó un lento declive que parece apuntar a su fin. Ayer, el crudo Brent, de referencia en Europa, superó en algunos momentos de la sesión los 46 dólares impulsado por el país que, en última instancia, más influencia tiene en su precio: Arabia Saudí. El comunicado que su Ministerio de Energía emitió a primera hora de la mañana asegurando que los países de la OPEP y los productores no pertenecientes al cártel discutirán en septiembre la situación del mercado del petróleo, incluyendo cualquier posible acción que sea necesaria para estabilizar los precios, actuó como catalizador del Brent. Hasta ahora, Arabia Saudí había optado por mantener su nivel de producción –que en julio volvió a tocar máximos con 10,67 millones de barriles diarios– para no perder cuota de mercado, aunque eso conllevara un hundimiento de los precios que tampoco es necesariamente contrario a sus intereses. Al principal productor mundial de petróleo le preocupa la irrupción del «fracking» en Estados Unidos, que ha reducido con esta técnica sus importaciones desde Arabia, y sabe que la forma de torpedearlo es con precios bajos. La fractura hidráulica requiere de un petróleo caro para ser rentable, circunstancia que no se da ahora.

Al despegue del oro negro también contribuyó el informe mensual de la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Aunque el organismo rebajó el crecimiento de la demanda de petróleo para el año que viene de 1,4 millones de barriles diarios a 1,3 millones, hasta los 97,5 millones de barriles diarios, también aseguró que el mercado petrolero mundial empezará a reequilibrar oferta y demanda en la segunda mitad del año, aunque el proceso será lento, puesto que la producción seguirá en aumento mientras que el consumo tiende a moderarse a causa de la situación económica. La AIE prevé una caída de las reservas de petróleo mundiales en los próximos meses que contribuirá a reducir el desequilibrio persistente desde 2004, cuando tanto la OPEP como los países no pertenecientes al cártel incrementaron la producción.