Madrid y Cataluña en rivalidad económica

Hesiodo, que vivió alrededor de 700 años antes de Jesucristo, sin que haya más detalles, considerado el primer filósofo griego, decía que «la rivalidad es una cosa buena para los mortales». La futbolística ha sido magnífica para el Real Madrid y para el FC Barcelona, que volverán a verse las caras en la final de la Copa del Rey.Madrid y Cataluña también mantienen una rivalidad económica, que debería ser sana, aunque haya políticos que la torpedeen. La agencia de calificaciones Moody’s acaba de completar una de sus revisiones periódicas del rating de algunas comunidades autónomas españolas. El tsunami de los aranceles de Trump ha dejado en segundo plano muchos asuntos, pero están ahí. Moody’s afirma, tras la revisión del comité de calificación reunido el 1 de abril, que «las calificaciones de emisor y de deuda a largo plazo de Baa1 de la Comunidad Autónoma de Madrid, con perspectiva positiva, y su Evaluación de Crédito Base (BCA) de Baa3, reflejan la robusta economía regional, la sólida gestión financiera y la sofisticada gestión de la deuda». «Estos factores –precisa Moody’s– han dado como resultado niveles de déficit bien controlados y una carga de deuda manejable en los últimos años. Nuestra evaluación de la solvencia de la región también tiene en cuenta su sólida base económica, que representa alrededor del 20% del PIB de España y ostenta el mayor PIB per cápita de las regiones españolas».

Moody’s también dictaminó el mismo día «las calificaciones de emisor y deuda a largo plazo de Ba1 de la Generalitat de Cataluña, con perspectiva positiva, y su evaluación de crédito base (BCA) de Ba3, reflejan el desempeño financiero de la región, como lo demuestran sus persistentes déficits de financiación y sus elevados niveles de deuda». Luego añade que «a medida que aumenten los ingresos operativos de la región, prevemos que su carga de deuda seguirá disminuyendo en los próximos dos o tres años, tras una mejora en 2024. Nuestra evaluación de la solvencia de la región también considera su fuerte dependencia del apoyo de liquidez del gobierno central para cubrir sus obligaciones de deuda». Madrid y Cataluña, dos escenarios y una rivalidad que debería ser buena, como sugería Hesiodo.