Asunción
Medidas Draghi, ¿el fin de la financiación alternativa?
Los expertos de Bravo Capital creen que se trata de un proceso imparable que se va a continuar desarrollando en el futuro
Los expertos de Bravo Capital creen que se trata de un proceso imparable que se va a continuar desarrollando en el futuro
Relanzar la economía y espantar el fantasma de la deflación. Ésos son algunos de los objetivos prioritarios que se ha marcado el Banco Central Europeo (BCE). Para ello, el presidente de la máxima autoridad monetaria, Mario Draghi, anunció ya el pasado mes de septiembre su intención de comprar bonos de titulización de activos de alta calidad y bonos garantizados a partir de este mes de octubre.
Con sus nuevas medidas expansivas, que pasan por la compra de deuda privada, el BCE tiene intención de poner en marcha dos programas: uno dirigido a adquirir cédulas hipotecarias y otro encaminado a comprar titulizaciones de préstamos a empresas medianas y pequeñas o al consumo (las titulizaciones se estructurarían como bonos que emiten los bancos y que llevan como garantía los préstamos a empresas/consumo).Es, precisamente, esta segunda pata del «plan Draghi» la que puede conducir a que el crédito fluya de nuevo entre las pymes. Conocido el qué, ahora falta saber el cómo. Y es que desde Fráncfort se deberán despejar aún muchas incógnitas (Draghi no concretó el pasado jueves), como quién asumirá el riesgo de los bonos en caso de que se produzcan impagos por parte de particulares y empresas. Lo que, de momento, parece haber quedado claro es que no será el BCE.
Por lo tanto, quedan dos opciones: trasladar este riesgo de nuevo a la banca o que sea el Estado quien lo asuma (¡los contribuyentes vaya!). Sin embargo, ninguna de las dos soluciones parece ser la panacea para que el dinero llegue a quien más lo necesita. Y es que si son las entidades las que tienen que «cargar» de nuevo con la morosidad, la banca seguirá sin «abrir el grifo», manteniendo su actual política de cautela, incluso de restricción, a la hora de prestar el dinero.
La solución de la asunción pública del riesgo tampoco parece factible, más teniendo en cuenta la situación de las arcas de las administraciones, algo que, a buen seguro, no sería bien visto por buena parte de los ciudadanos.
Ante estas incógnitas, cabe hacer la pregunta: ¿las medidas del BCE suponen el fin de la financiación alternativa? Mar Turrado, directora general de Bravo Capital, cree que la iniciativa de la autoridad monetaria supone una ayuda a que el otorgamiento del crédito tenga una senda positiva, pero de ninguna forma una vuelta al monopolio de la financiación que actualmente ostenta la banca. «No estamos ante un problema de liquidez. Los bancos tienen dinero para prestar. De hecho, el BCE ha puesto a su disposición 400.000 millones de euros a un interés prácticamente cero y casi no han tomado fondos. El problema es que actualmente las empresas tienen mucha deuda y pocos recursos propios, por lo que, aunque el dinero sea barato, los bancos tienen difícil prestar nuevo dinero a las compañías. Una vez Draghi anuncie el programa de compra de activos de titulización, si la banca tiene que asumir el riesgo del crédito de esos activos, va a continuar sin prestar el dinero», explica Turrado.
Además de la financiación bancaria y sus restricciones, surge un nuevo problema para las empresas que necesitan fondos para crecer. La presidenta de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed), Janet Yellen, ya ha advertido de que se está creando una «burbuja» de activos con riesgo, lo que puede provocar una huida masiva de inversores de renta fija. Y es que las políticas monetarias actuales, que mantienen los tipos de interés en mínimos, han llevado a los inversores a buscar activos de renta fija con bastante riesgo persiguiendo rentabilidad. Si finalmente se produce el «crash» por activos sobrevalorados que vaticina Yellen, las compañías tendrían serias dificultades para financiarse en los mercados, es decir, a través de inversores. Así, desde Bravo Capital insisten en la necesidad de que las empresas diversifiquen lo máximo posible sus fuentes de financiación, manteniendo la financiación bancaria, pero abriéndose a los mercado públicos de capitales u operadores privados. «Es difícil que todas las medidas que está tomando el BCE reactiven la financiación a pymes lo suficiente. Y aunque finalmente lo hicieran, la financiación alternativa es un proceso imparable, que se va a seguir desarrollando. En un mundo global, una empresa no puede condicionar su futuro a las políticas monetarias de turno o a las estrategias de un banco en un determinado momento. Las pymes tienen que mirar el futuro con perspectiva, y al igual que ocurre con sus proveedores de materias primas por ejemplo, han de diversificar lo máximo posible sus fuentes de obtención de recursos, unos fondos que deben tomar cuando estén disponibles, hecho que no siempre coincide con cuando lo necesitan. Puede que si esperan, se encuentren con los mercados cerrados», señala Turrado. A veces, los inversores no están cuando se precisa de ellos. Es importante adelantarse y abrir las líneas de financiación cuando es posible. Una vez abiertas, el dinero queda ya disponible para cuando sea necesario.
► El BCE pretende poner en marcha un programa dirigido a la compra de bonos titulizados para que el crédito vuelva a llegar a las pymes.
► Si la banca asume el riesgo de los posibles impagos, la medida volverá a restringir el crédito por la elevada deuda de las compañías.
► La presidenta de la Fed, Janet Yellen, ha advertido de la existencia de una burbuja de activos con riesgo, que puede dificultar el acceso a fondos.
► Para garantizar la financiación, Bravo Capital recomienda a las empresas diversificar lo máximo posible sus fuentes de obtención de recursos.
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