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El final de la austeridad
El Gobierno aprueba los Presupuestos Geneales del Estado más sociales de los últimos ejercicios. Pensionistas, funcionarios y las rentas más bajas se beneficiarán de las medidas aprobadas ayer
El Gobierno aprueba los Presupuestos Geneales del Estado más sociales de los últimos ejercicios. Pensionistas, funcionarios y las rentas más bajas se beneficiarán de las medidas aprobadas ayer.
El Gobierno cumplió su promesa y ayer, en Consejo de Ministros, aprobó la remisión al Parlamento del proyecto de ley de Presupuestos Generales del Estado para el presente año. Las cuentas públicas para 2018 llegarán al Congreso de los Diputados el próximo martes, seis meses después de lo que establece la Constitución española en su artículo 134. La situación política de Cataluña impidió que el Ejecutivo de Mariano Rajoy las presentase antes del 1 de octubre el proyecto. Según anunció ayer el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, el debate de las posibles enmiendas a la totalidad se celebrará en el Congreso de los Diputados la última semana de abril.
El anteproyecto de Ley de Presupuestos llegará al Congreso sin que el Gobierno cuente con los apoyos necesarios para su aprobación parlamentaria, fundamentalmente los del PNV, que sigue vinculando su voto favorable a la retirada del artículo 155 de la Constitución en Cataluña. El 24 de enero pasado, el ministro de Hacienda aseguró en el Congreso que no presentaría las cuentas de 2018 sin tener asegurado su respaldo mayoritario.
Montoro no parecía especialmente preocupado por no contar ya con los votos favorable. «Tenemos tiempo para contar con los apoyos necesarios. En un mes podemos esperar la normalización de la política española».
El séptimo presupuesto de Mariano Rajoy tiene como meta fundamental «dar más a los ciudadanos españoles; que nadie se quede sin notar los efectos de la recuperación económica», dijo el portavoz del Gobierno, Íñigo Fernández de Vigo. A modo de mensaje sin destinatario explícito, aseguró que «aprobar los Presupuestos beneficia a todos y no perjudica a nadie».
Los Presupuestos Generales del Estado 2018 podrían ser los de los pensionistas, los de los funcionarios públicos, los de los trabajadores con rentas más bajas o los de las administraciones territoriales. ¿Por qué? Porque se van a subir las pensiones entre un 1 y un 3% según su importe; porque se empezará a aplicar el primer tramo de la subida salarial de los funcionarios públicos (hasta un 8,6% en tres años); porque se destinarán 600 millones de euros para la equiparación salarial (también a tres años) de las fuerza de seguridad; porque se reducirá el IRPF para las rentas de entre 14.000 y 18.000 euros anuales o porque se va a alcanzar una cifra récord de financiación autonómica. En total, serán 3.000 millones de euros para favorecer a las rentas medias y a las familias: 2.000 millones procederán de la rebaja fiscal del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) y 1.000 millones será el coste de la subida de las pensiones. Éstas son las prioridades del Gobierno. «Si queda menos dinero para otras cosas...», sentenció Montoro.
Crecimiento equilibrado
Son los aspectos más destacados de los Presupuestos, que ingresaran 141.307 millones de euros, un 4,5% más que lo recaudado en el pasado ejercicio. Los ingresos provenientes de los impuestos sumarán 117.814 millones de euros, con el IRPF como principal figura tributaria (82.056 millones y un incremento anual del 6,5%), seguido por el IVA (71.575 millones y un aumento del 5,6%). El techo de gasto quedó ya fijado el pasado verano en 119.834 millones, un 1,3% más que en el ejercicio precedente.
Montoro descartó una reforma del Impuesto sobre Sociedades y también una condonación de la deuda de las comunidades autónomas. «El Gobierno no tiene potestad para ello. Se trataría en todo caso de una reestructuración». Tampoco encontró nada extraño en que la recaudación por el IRPF vaya a subir un 6,5%. «El crecimiento económico siempre va acompañado de una mejora salarial. El aumento es coherente con la creación de empleo y la subida de los salarios.
Los PGE-18 está sustentando por un escenario macroeconómico que prevé un crecimiento del PIB del 2,7%, cuatro décimas más. La demanda interna aportará 2,3 puntos y el sector exterior, 0,4. El consumo privado seguirá tirando con fuerza de la economía. Se crearán 475.000 empleos; el paro se reducirá en 339.000 personas y la tasa cerrará diciembre en torno al 15%. El ministro de Economía, Román Escolano, aseguró que España seguirá a la cabeza del crecimiento de los grandes países europeos. Éstos crecerá más y la normalidad regresará a Cataluña.
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