Transporte aéreo

Los países de la UE debaten si permitir a las aerolíneas pagar menos por los retrasos... y España se opone

Actualmente, los pasajeros reciben indemnizaciones por demoras de tres horas o más, pero la presidencia europea polaca ha propuesto elevar el umbral a cinco horas

Economía.- Una avería del control de tráfico en el aeropuerto de París-Orly provoca 23 cancelaciones de vuelos en España
Pasajeros en el aeropuerto de París-OrlyEuropa Press

Después de más de una década en el congelador, Polonia, que ostenta la presidencia rotatoria de la Unión Europea durante los seis primeros meses del año, ha logrado reactivar el debate sobre las compensaciones a que tienen derecho los pasajeros aéreos por los retrasos en los vuelos. La Comisión Europea propuso en 2013 revisar las actuales normas, fijadas en 2004 en el Reglamento UE261, para ampliar de tres a cinco las horas que, como mínimo, se tiene que retrasar un vuelo para que sus pasajeros sean indemnizados por la aerolínea que lo opera -salvo que concurran circunstancias extraordinarias ajenas a la compañía-. Sin embargo, los países integrantes de la UE fueron incapaces de ponerse de acuerdo para sacar adelante el cambio.

Ahora, Polonia ha vuelto a reabrir un debate que se está manteniendo en este momento a nivel técnico y que, en esencia, propone, como en 2013, ampliar hasta las cinco horas el retraso necesario para tener derecho a compensación, lo que concita el apoyo del sector aéreo y de países como Alemania, Dinamarca o Francia y el rechazo firme no solo de las asociaciones de consumidores sino también de países como Italia, Irlanda y también España, según aseguran desde Flightright, plataforma especializada en reclamaciones aéreas y que ha mantenido recientemente reuniones con representantes del Ejecutivo español.

Actualmente, y tras una sentencia del Tribunal de Justicia de la UE (TJUE), los pasajeros pueden recibir compensaciones que van desde los 250 hasta los 600 euros, en función de la distancia recorrida, si su vuelo aterriza con más de tres horas de retraso. La Comisión propuso en 2013 ampliar el retraso necesario para recibir indemnización a 5, 9 y 12 horas en función de la distancia para vuelos con salida o destino fuera de la UE y a 5 horas para los intracomunitarios. Y ahora, Polonia plantea mantener la horquilla entre las 5 y las 12 horas sin distinción de vuelos.

Posiciones enfrentadas

El movimiento de Polonia ha sido bien recibido por las compañías aéreas, que llevan años reclamando la revisión de la norma por la, según dicen, enorme carga financiera que les suponen las indemnizaciones. Recientemente, Airlines for Europe (A4E), patronal en la que están integrados, entre otros, los tres grandes grupos aéreos europeos -IAG, Air France-KLM y Lufthansa-; ha recordado que llevan tiempo solicitando que se revise el Reglamento UE261 porque creen que sus normas son confusas y poco transparentes.

A4E pide que se delimiten de forma clara las circunstancias extraordinarias que las eximen de pagar compensaciones dado que ahora son "ambiguas". Además, reclama ampliar las horas necesarias para abonar pagos porque, según explica, "al ampliar los plazos, las aerolíneas tendrán una gran oportunidad de encontrar una solución que permita recuperar el horario de vuelos y que los pasajeros lleguen a su destino".

Javier Gándara, presidente de la Asociación de Líneas Aéreas (ALA), abunda a este respecto que incrementar a cinco horas el tiempo mínimo de retraso para indemnizar "reduciría en gran medida las cancelaciones y la afectación a los pasajeros porque daría más margen a las aerolíneas para gestionar aviones de sustitución y activar tripulaciones suplentes". Gándara explica que "si la aerolínea sufre un retraso que pueda afectar al resto de operaciones programadas para esa aeronave en ese día, y si no cuenta con un avión o tripulación de standy, que no siempre están en los lugares donde se registra la afectación, la aerolínea podría verse obligada a cancelar para evitar expandir este retraso al resto del itinerario previsto. Sin embargo, con esta ampliación de umbrales se da más tiempo de respuesta a la aerolínea para garantizar la continuidad de la operativa".

Gándara recuerda que, según A4E, si esta modificación se hubiera aplicado en 2024, al menos 10 millones de pasajeros más habrían llegado a su destino y se evitaría que el 70% de vuelos potenciales de ser cancelados por retrasos.

Rechazo de los usuarios

La posición de las compañías, sin embargo, suscita una fuerte contestación por parte de las organizaciones de usuarios. La Asociación de los Defensores de los Pasajeros (APRA) asegura que, con la actual normativa, menos del 2% de los pasajeros en la Unión Europea reciben compensación por retrasos y que, con las modificaciones propuestas, este porcentaje se reduciría a sólo el 0,4%.

Flightright, una de las integrantes de APRA, considera que "lo que se está preparando en Bruselas es una capitulación ante el lobby de la aviación y a costa de millones de viajeros", asegura su consejero delegado, Jan-Frederik Arnold, que asegura que países como Alemania, Francia o Dinamarca estarían a favor de estos cambios. La posición danesa es especialmente relevante porque será el país que sustituya a Polonia en la Presidencia de turno de la UE, por lo que podría tomar el relevo para impulsar la modificación.

Desde AirHelp, su consejero delegado, Tomasz Pawliszyn, también ha explicado recientemente que un cambio que incremente las horas necesarias para recibir compensación "sólo serviría para maximizar las ganancias de las aerolíneas, sin importar el bienestar de los consumidores".

"A pesar de que las aerolíneas afirman que la normativa representa una carga económica para ellas, ninguna ha presentado datos concretos para respaldar estas afirmaciones", según añade.