
Seguridad Social
La pensión media se disparará a los 2.000 euros en 2050 y la edad media de jubilación será de 66,2 años en 2035
El gasto en pensiones supondrá el 16,1% del PIB a mitad de siglo por efecto de las reformas de Escrivá

Las medidas incluidas en la última reforma de pensiones diseñada por el ahora gobernador del Banco de España, José Luis Escrivá, para volver a subirlas con la inflación, supondrá un aumento de la pensión media del 25% en 2050, mientras que elevará la edad efectiva o real de jubilación, según las proyecciones de la AIReF.
De acuerdo con los documentos de metodología difundidos este jueves por la AIReF, las medidas de la última reforma, especialmente la derogación del Índice de Revalorización de las Pensiones (IRP) y del factor de sostenibilidad, supondrán un incremento de la generosidad del sistema de pensiones y, asimismo, del gasto.
En concreto, esas estimaciones de la AIReF apuntan que acabar con el IRP, que topaba las subidas de las pensiones, y volver a revalorizarlas con la inflación elevará un 20% la pensión media en 2050, a lo que se sumaría un 7% de eliminar el factor de sostenibilidad.
El resto de medidas -jubilación anticipada, cómputo de años de cálculo de pensión o evolución de las máximas y mínimas- restan y suman puntos en menor medida, hasta dejar ese 25% de incremento para la pensión media del sistema, que ahora ronda los 1.300 euros.
Cabe recordar que la reforma modifica el número de años a tener en cuenta para calcular la base reguladora, desde los últimos 25 años vigentes a los últimos 29 en los que seleccionas los 27 mejores. Hasta 2045, se asignará la opción que resulte en una pensión mayor.
Todas las medidas de la reforma, recuerda la AIReF, suponen un incremento del gasto en pensiones de 2,7 puntos de PIB hasta 2050, mientras que elevan los ingresos en 1,4 puntos de PIB.
Como consecuencia, el gasto sobre el porcentaje del PIB aumentará desde el 12,9% del PIB en 2023 hasta el 16,1% del PIB en 2050 para reducirse al 14,7% en 2070, casi dos puntos por encima de la situación previa a la reforma.
El aumento refleja la evolución del número de pensiones, que alcanzará un máximo de 17,3 millones en 2056 desde los 11,3 millones de 2023; así como la mayor generosidad del sistema, con mejoras de la tasa interna de rentabilidad (TIR) y de la tasa de reemplazo, que la reforma eleva en 5 décimas y 7,5 puntos, respectivamente, subiendo la tasa de generosidad en 13 puntos.
En el caso de esa TIR o rentabilidad, la reforma hace que se mantenga en el entorno del 5,7% en todo el horizonte hasta 2070, lo que supone que, por cada euro cotizado, los pensionistas recibirán 1,6 euros, con mayores tasas en el caso de mujeres que, no obstante, siguen con pensiones medias más bajas.
En cuanto a la tasa de reemplazo, porcentaje de salario que supone la pensión, se logrará mantenerla también hasta 2070 en el entorno del 70%.
En consecuencia, crece el peso de los pensionistas entre la población, tras un ligero aumento hasta 2030, desde el 20% hasta un máximo del 29% en 2055. Desde entonces, comienza una moderación de la ratio hasta terminar en el 28% en 2070.
El envejecimiento hará crecer el peso de las pensiones de personas de 75 o más años desde el 45% en 2023 hasta un máximo del 63% en 2060. Desde entonces, empieza a moderarse, reduciéndose el peso de las pensiones de mayores de 75 años hasta el 61%.
La AIReF estima que el número de cotizantes aumenta hasta 2035, año en el que alcanza 25,3 millones. Desde entonces, empieza una senda descendente hasta la década de los 60 en que empieza a recuperarse. Los cotizantes por desempleo disminuyen a lo largo de todo el periodo de proyección.
Esto lleva a que la ratio entre cotizantes y pensiones se reduzca de un 2,1 en 2023 a un 1,4 en la década de los 50. Desde entonces, comienza una cierta recuperación, terminando 2070 con una ratio de 1,5.
Nos jubilaremos un año más tarde
Otro de los efectos de las medidas de reforma que estima la AIReF pasa por una subida de la edad real o efectiva de jubilación, que pasará de los 65,2 años actuales a los 66,2 años en 2035 debido al incremento de las jubilaciones demoradas tras los cambios introducidos. El último dato fija la edad efectiva de jubilación en 65,2 años.
Así, la AIReF proyecta que, si la reforma sigue desplegando esos efectos, un 30% de los trabajadores optará en una década por demorar su jubilación 3 años o hasta los 68 años. El informe recuerda que entre 2021 y 2023, se estima que el incremento de las demoras ha aumentado la edad efectiva de jubilación en una décima. Este cambio se va a plasmar en un aumento del porcentaje de personas que optan por salir del mercado laboral a los 68 años hasta alcanzar un 30%.
Actualmente, este porcentaje de demoradas ronda el 11,3%, lo que supone más que duplicar el 5% previo a la reforma, donde se incluyeron beneficios en forma de porcentaje adicional de pensión o en pago único por retrasar la salida del mercado laboral.
Junto a este mayor porcentaje de demoras, la AIReF recoge en sus documentos un descenso de las jubilaciones anticipadas que, tras las mayores penalizaciones de la reforma, caen 10 puntos con especial incidencia entre las pensiones máximas que han dejado de anticipar su salida del mercado laboral.
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