Aerolíneas

Portugal retendrá el control de TAP tras su reprivatización

El Gobierno conservador luso autoriza a vender el 49,9% del capital de la aerolínea por la que pujan Lufthansa, Air France-KLM e IAG (Iberia)

Avión de TAP Portugal aterrizando en el aeropuerto de Praga.
Avión de TAP Portugal aterrizando en el aeropuerto de PragaDreamstime

Los inversores privados interesados en entrar en el capital de la aerolínea portuguesa TAP ya saben una de las principales condiciones de su venta. Y ese requisito implica que no podrán tener las manos completamente libres para hacer lo que deseen con la compañía ahora en manos del Estado luso. El Gobierno portugués ha aprobado hoy jueves un decreto ley que permite la reprivatización de 49,9% del capital social de la aerolínea.

La crisis política de Portugal, cuyo presidente, Marcelo Rebelo de Sousa, se vio obligado en marzo a convocar elecciones en mayo por tercera vez en tres años después de que el Gobierno conservador de Luis Montenegro perdiese una moción de confianza, dejó en el limbo un proceso relanzado hoy por el propio Montenegro.

El primer ministro luso ha detallado que el hasta el 44,9% del capital de TAP estará abierto a inversores y hasta el 5% a los empleados y ha añadido que suspenderán el proceso en caso de no recibir propuestas que consideren relevantes.

La reprivatización "es un objetivo que queremos que pueda asegurar que nuestra compañía aérea protege el 'hub' (punto de conexión) en Lisboa, protege el aprovechamiento de todas las infraestructuras aeroportuarias del país", ha afirmado Montenegro.

El primer ministro de Portugal Luis Montenegro
El primer ministro de Portugal Luis MontenegroSebastiao MoreiraAgencia EFE

La opción de privatizar sólo el 49% de la compañía ha sido siempre la preferida de los socialistas portugueses, por lo que la decisión del gobierno conservador de Montenegro de optar por ella allana el camino de la venta después de que los conservadores hubieran mostrado inicialmente su preferencia por privatizar el 100% de la compañía para evitar que el Estado tuviera el riesgo de seguir teniendo que inyectar fondos.

La privatización de TAP, que volvió a ser renacionalizada tras las dificultades económicas que atravesó tras la pandemia del coronavirus, ha suscitado el interés de los tres grandes grupos de aerolíneas europeos, Lufthansa, Air France-KLM e IAG; por tratarse junto a Air Europa de las dos compañías más apetecibles que quedan en el mercado en el proceso de consolidación del sector.

El holding hispano-británico, matriz de Iberia, Vueling y Level, es para los expertos del sector la favorita para quedarse con la aerolínea portuguesa después de que la Comisión Europea descarrilase su intento de absorber Air Europa. Dos son los aspectos que destacan de IAG para considerarla mejor posicionada que sus rivales. El primero, el trabajo que el holding ha realizado en el aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas para consolidarlo como un importante "hub" en el sur de Europa, que consideran un buen punto de partida para un posible "multihub" con dos bases destacadas, Madrid y Lisboa. Y el segundo, y no poco importante para esta operación, es su capacidad demostrada para respetar la identidad nacional de TAP, algo que ya ha hecho con la irlandesa Aer Lingus y que las autoridades portuguesas valoran mucho.

Participación minoritaria

En el marco del foro Airline Economics celebrado hace unas semanas en Dublín, Jonathan Sullivan, director de desarrollo corporativo de IAG, enfatizó al respecto de este segundo aspecto que TAP seguirá siendo "una compañía orgullosamente portuguesa, al igual que Aer Lingus es orgullosamente irlandesa y British Airways es orgullosamente británica".

Hasta ahora, el holding solo valoraba entrar en TAP si era a través de una participación que le diera su control. Sin embargo, ahora parece contemplar poder llegar a la misma en dos fases si finalmente se impusiera la tesis de los socialistas portugueses de privatizar sólo un 49%. Sullivan declaró que el grupo no descarta tomar una participación minoritaria que también permitiría "un camino hacia una participación mayoritaria", según informó el diario portugués "Observador".