Querella por prevaricación contra el instructor y el fiscal del expediente

La tarde del lunes, la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial rechazaba por unanimidad la recusación planteada por el juez Elpidio Silva contra el instructor del expediente disciplinario, el magistrado del TSJ de Madrid Álvaro Domínguez, tal como adelantó ayer LA RAZÓN. La respuesta del juez expedientado no se hizo esperar, y ayer mismo presentó una querella en el Supremo contra el instructor pero, además, también la hacía extensible a la fiscal designada para informar sobre el mismo, María José Rodríguez Abadía. Les acusa de un delito de prevaricación. El expediente disciplinario lo tiene abierto por la presunta comisión de dos faltas muy graves y otra grave. Las primeras, por «absoluta y manifiesta falta de motivación» de sus resoluciones y por retrasos en la tramitación de asuntos en su juzgado, mientras que la grave está relacionada con una supuesta falta de consideración hacia sus funcionarios. En el escrito de petición de amparo que presentó ante el CGPJ, y que fue rechazado también el mismo lunes, el juez Elpidio criticaba muy duramente al instructor del mencionado expediente. Así, por ejemplo, señalaba que el magistrado en cuestión, Domínguez, «no actúa con la imparcialidad que se le presupone, hace gala de desconocer la normativa procesal penal, la forma de trabajo de un juzgado de instrucción y dirige la instrucción de forma tendenciosa». Incluso, añade, «da muestras evidentes de parcialidad y de no conocer ni el funcionamiento de un juzgado de Instrucción ni la propia Ley de Enjuiciamiento Criminal».

Y es que, para el juez Elpidio, el único objetivo del expediente que se le ha incoado es utilizarlo como «punta de lanza para que pueda cuestionarse en los medios de comunicación mi capacidad como juez».