La técnica jurídica con la que una jubilada ahorrará a su hija más de 500.000 euros en el impuesto de sucesiones

Cuando un familiar fallece, el proceso legal para que las personas más cercanas hereden su patrimonio suele ser tedioso. Estas sucesiones forman parte de la vida, puesto que lo más común cuando una persona fallece es que los familiares elegidos hereden los bienes y el patrimonio de la persona fallecida.

Sin embargo, además de ser un proceso duro y largo, suele venir acompañado de ciertas obligaciones fiscales que, en muchos, casos, suponen un gran gasto. En concreto, todas las personas que se ven beneficiadas por una herencia tienen que hacer frente al impuesto de sucesiones.

Se trata de un tributo que deben pagar los herederos o legatarios de una persona fallecida, sobre los bienes, derechos y valores que reciben en herencia o legado. Este impuesto se calcula sobre el valor total de la herencia que reciben los beneficiarios y varía según la legislación de cada país o región, así como en función de factores como la relación de parentesco con el fallecido, el valor de los bienes heredados y la ubicación geográfica.

Este impuesto de sucesiones tiene como objetivo garantizar una distribución equitativa de la riqueza, evitar la concentración de propiedades en pocas manos y proporcionar ingresos a las administraciones públicas. Además, existen diferentes tipos de exenciones y reducciones que pueden aplicarse según el grado de parentesco entre el heredero y el fallecido, y en algunos casos, dependiendo del destino de los bienes heredados.

En este sentido, una anciana francesa ha logrado evitar que sus hijos tengan que abonar una gran cantidad de dinero tras una futura herencia. A través de una maniobra poco conocida pero totalmente legal, sus sucesores no tendrán que preocuparse en exceso de este impuesto de sucesiones.

El “truco” legal para evitar altos impuestos

La historia trata de una señora mayor llamada Louise, ciudadana francesa que reside en París y que cuenta con dos pólizas de seguros y un apartamento en el centro valorado en 1,4 millones de euros.

Al saber la gran cantidad de impuestos a pagar por su hija Marie en caso de fallecimiento, la anciana decidió en junio de 2024 organizar su patrimonio de tal manera que no suponga un alto coste a su hija y sus nietos.

La ley francesa contempla una deducción de 100.000 euros en las herencias de padres a hijos, pero la base imponible sigue siendo muy alta: 1,3 millones de euros. Por ello, según informa “Figaro Immobilier”, la anciana valoró distintas opciones, pero finalmente se decantó por una sugerencia de su notario: nombrar a su hija Marie como legataria universal en su testamento.

Esta maniobra otorga un margen de maniobra mayor, ya que permite aceptar la herencia de forma parcial, algo que no se contempla si se actúa como heredero legal. Gracias a ello, Marie pudo acogerse a una fórmula que limita el alcance de la transmisión, permitiendo que el patrimonio sea dividido entre ella y sus dos hijos. De esta forma, se consigue repartir los bienes y el impacto fiscal.

Se reduce el gasto fiscal por impuestos

Al nombrar legataria a la hija, la base imponible se reparte entre tres contribuyentes, por lo que el impacto fiscal es menor. Por otro lado, el tipo impositivo aplicado baja del 40% al 20%, así como se evita una futura tributación sobre el mismo patrimonio cuando Marie transmitiera el piso a sus hijos.

Por otro lado, otras de las acciones jurídicas llevadas a cabo por la anciana francesa fue la de dividir el inmueble en usufructo y nuda propiedad. En este caso, cuando la anciana fallezca, su hija Marie heredará el usufructo del piso, es decir, el derecho a usarlo o alquilarlo, valorado en un 40% del total, mientras que la nuda propiedad pasará directamente a los nietos, siendo un 60% del valor.

Al dividir el piso, los gastos de tributación se reparten y se reducen considerablemente. Por un lado, Marie tendrá que tributar solo por 560.000 euros, pagando únicamente de impuestos 90.194 euros. Por su parte, los nietos tendrán que pagar tan solo 81.833 cada uno al tener la nuda propiedad, tributando por un valor de 840.000 euros.

De esta manera, cuando Louise fallezca, su familia tendrá que pagar 253.861 euros en impuestos en lugar de los 762.678 euros que habrían debido pagar si la anciana no hubiera optado por esta vía jurídica. Por ello, el ahorro es más que evidente, permitiendo que la familia tengan que pagar hasta 508.818 euros menos.

En España, el impuesto depende de la Comunidad Autónoma

El modelo de organización territorial en España implica que las competencias están divididas en aquellas que son propias del Gobierno y las que lo son de las Comunidades Autónomas. Por ello, hay diversas cuestiones que de manera habitual generan debate y confrontación. Un ejemplo claro de ello es el impuesto de sucesiones.

Actualmente, la mayoría de las zonas de España bonifican al 99% esta carga fiscal y ya han anunciado que tienen la intención de seguir con este porcentaje en 2025. Es una lucha directa entre ambos órganos gestores por conseguir que la recaudación vaya para la Comunidad en cuestión y no para el estado.