Un cántabro orgulloso de sus orígenes

Con Emilio Botín nos ha dejado uno de los grandes del país. Una de las personalidades imprescindibles que ha contribuido a la generación de riqueza y empleo, al fortalecimiento de nuestro país y su posterior apertura internacional. Emilio Botín nos demostró que el éxito nace del trabajo duro, pero también de la innovación y de la colaboración.

Aunó como nadie el instinto y la capacidad de liderazgo para convertir un excelente banco nacional en la primera entidad de Europa y una de los mayores del mundo. A pesar de esta expansión, nunca olvidó sus orígenes y participó de forma trascendental en el desarrollo social y económico de Cantabria y de España

El compromiso con su tierra natal y con su país era absoluto e inquebrantable, tanto en los tiempos de expansión y crecimiento, como en los momentos de más dificultad.

Su contribución personal y económica en múltiples iniciativas ha ayudado al nacimiento, desarrollo y estabilidad de esta tierra, por lo que siempre estaremos agradecidos. El Centro Botín de Arte y Cultura, en fase de construcción; el Hospital Marqués Valdecilla; el impulso a la Universidad de Cantabria; la creación del Museo Altamira y del proyecto Comillas, entre otros, son muestra del compromiso con Cantabria y con el bienestar de sus ciudadanos.

El Centro Botín, que será inaugurado el próximo año, será el símbolo de esta labor benefactora. Será el lugar donde la referencia a Emilio Botín permanecerá en el tiempo y será foco de conocimiento para futuras generaciones. Cantabria y sus ciudadanos le debemos una memoria permanente allí.

Despedimos a una auténtica figura histórica para nuestro país, que siempre se comportó como un cántabro orgulloso de sus orígenes. Convirtió a Santander en una marca grande e importante, conocida en todo el mundo, y generó como nadie una confianza extraordinaria en las posibilidades de desarrollo de nuestro país. Un legado de incalculable valor para todos.