Editoriales
Afganistán no será la gran baza electoral
Los partidos de la coalición de Gobierno se dejan casi dos millones de votos
De celebrarse hoy las elecciones generales, los dos partidos que conforman la coalición de Gobierno, PSOE y Unidas Podemos, perderían 1.800.000 votos con respecto a los comicios de noviembre de 2019 y se verían ampliamente superados por la suma del Partido Popular y VOX, que tendrían la mayoría absoluta en el Parlamento. Al menos, así se desprende del último sondeo que ha elaborado «NC Report» para LA RAZÓN, que consolida la tendencia general de las encuestas preelectorales, pese a la profunda crisis de gobierno abordada por su presidente, Pedro Sánchez, y al notable cambio en la política exterior, con la búsqueda de una mejor relación con Washington.
De hecho, el trabajo de campo del sondeo se llevó a cabo entre el 24 y el 27 de agosto, nueve días después de la caída de Kabul y con las operaciones de rescate de colaboradores afganos a punto de finalizar. No parece, pues, que la crisis de Afganistán, a la que el Ejecutivo trata de sacar el mayor rédito de imagen posible, tras una gestión muy notable, sería absurdo no reconocerlo, vaya a ser la baza electoral a jugar, más aún cando todavía quedan dos años para las próximas elecciones y nadie está en condiciones de predecir cómo se desarrollarán los acontecimientos en el Asia central. De las formaciones coaligadas, resiste en los sondeos mucho mejor el PSOE que la izquierda radical, pese a que los socialistas se dejan 856.000 votos y entre 19 y 21 escaños posibles. Pero el partido que lidera, de momento, la ministra Yolanda Díaz, sufre un descalabro, con casi un millón de sufragios menos y pérdida de entre 12 y 14 escaños. Buena parte de los votantes que confiaron en Pablo Iglesias en 2019 se pasan a la abstención y un 12,9 por ciento a Más País, de Íñigo Errejón.
Por parte socialista, un 7,5 por ciento manifiesta que se abstendrá y un significativo 5,1 por ciento que votará al PP. Aunque, en menor medida, también cae el otro socio preferente, ERC, que perdería un escaño. La encuesta refuerza la línea de análisis que pronostica que las tensiones internas en el Gobierno irán in crescendo a medida que se aproximen las elecciones y la extrema izquierda trate de marcar una estrategia más cercana a sus bases ideológicas, que se están revelando como las más abstencionistas. Por último, el PP sigue creciendo, VOX resiste y Ciudadanos puede acabar como un partido residual. Pero si Pablo Casado juega bien sus cartas y no se deja arrastrar por las provocaciones, podría gobernar en 2023.
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