Ayuso, referente de un PP unido con Feijóo

La rápida intervención de la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, cortando de raíz la clásica maniobra socialista para desestabilizar al adversario, no sólo es muestra de los buenos reflejos políticos de una de las líderes más caracterizadas del Partido Popular, sino que trasmite a la opinión pública un mensaje de unidad en torno al presidente de la formación, Alberto Núñez Feijóo, unánimemente replicado por el resto de los barones regionales populares.

La constatación de este cierre de filas con Feijóo, que, por otra parte, era una realidad, se antojaba necesaria porque desde los distintos sectores de la izquierda se ha puesto en marcha una campaña de propaganda que intenta presentar los resultados de las elecciones generales como una victoria de Pedro Sánchez y un refrendo a sus políticas de gobierno que sirvan de cortina de humo para disimular y, en su caso, justificar que el PSOE está dispuesto a entregarse con armas y bagajes a unos partidos con objetivos que escapan al marco constitucional, –con el estrambote de que uno de ellos está liderado por un prófugo de la Justicia española, circunstancia que, por sí sola, debería inhabilitarle como partícipe de cualquier acuerdo postelectoral– con tal de mantenerse en el poder.

Por supuesto, la especie de la derrota del candidato popular no es más que un relato falsario que pretende ocultar unos resultados meridianamente claros, como son que el Partido Popular, con Feijóo como candidato, ha ganado las elecciones con 14 diputados de ventaja sobre los socialistas, que el centro derecha se ha quedado a siete escaños escasos de la mayoría absoluta y que Pedro Sánchez, de ser investido, estará a merced del apoyo parlamentario de seis formaciones, cinco de ellas nacionalistas, y de un conglomerado de una docena de partidos agrupados en Sumar, que ya está dando muestras de que existen graves disidencias internas.

Es frente a esta realidad incontestable, que augura una legislatura marcada por la inestabilidad política y por el riesgo de un mayor deterioro de la institucionalidad a causa de los peajes que tendrá que pagar el candidato socialista por su investidura, que ha salido a la palestra la presidenta madrileña. Desde su incontestable autoridad, política y moral, avalada por una gestión pública con muy escasas sombras y reconocida por la inmensa mayoría de los ciudadanos de Madrid, Isabel Díaz Ayuso ha advertido a unos votantes, que estaban en shock , de las graves dificultades que acechan a la Nación, pero, también, ha reafirmado que el Partido Popular está unido, que tiene un presidente que ha ganado las elecciones y que habrá que seguir en la batalla con todos los medios a su alcance, que no son pocos, para impedir que la ambición personal que consiente un pacto de perdedores cause un daños irreparable a los españoles.